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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

 


 
 

 


 


Pani Alberto J.

1878-1955

Nació en Aguascalientes, Aguascalientes, el 12 de agosto de 1878. En su ciudad natal realizó sus estudios de bachillerato en el Instituto Científico y Literario. En esos años se convenció “de que la forzada paz porfiriana mantenía y perpetuaba el reinado de la injusticia en México”. Posteriormente se trasladó a la ciudad de México a estudiar en la Escuela Nacional de Medicina; sin embargo, decidió ingresar a la Escuela Nacional de Ingeniería, en la que obtuvo su título en 1902 e impartió clases. Desde entonces desempeñó su profesión en diversas obras relevantes: intervino en la comisión encargada de construir el Palacio Legislativo Federal, y la planta de bombas de Nativitas y de La Condesa, en Tacubaya. También trabajó en la Comisión Técnica de las Obras de Provisión de Aguas Potables para la ciudad de México. Asimismo, ejerció el magisterio en la Escuela Nacional de Ingenieros en la cátedra de vías fluviales y obras hidráulicas.

Se unió al antirreeleccionismo y participó en la campaña presidencial de Francisco I. Madero; tras el triunfo del movimiento maderista fue nombrado subsecretario de Instrucción Pública y Bellas Artes en noviembre de 1911. También fue miembro del Consejo de la Universidad Nacional. Posteriormente fue designado director general de Obras Públicas del Distrito Federal, cargo que abandonó tras la decena trágica en febrero de 1913, durante la cual aprovisionó a las tropas leales, instaló la red de comunicaciones de la comandancia general a la Plaza de la Ciudadela y redactó la Hoja de Honor Nacional.

Después del asesinato de Madero militó en las filas constitucionalistas organizando la tesorería del Primer Jefe Venustiano Carranza en Ciudad Juárez, quien después lo mandó a Washington comisionado en la Agencia Confidencial de la Revolución. Poco después fue designado director de los ferrocarriles constitucionalistas en 1914. Dos años más tarde, en 1916, participó en las conferencias de New London y Atlantic City, las que fueron convocadas con motivo del ataque de Francisco Villa a Columbus y como consecuencia la expedición punitiva norteamericana.

Vigente la Constitución de 1917, fue el primer secretario de Industria y Comercio del gobierno carrancista del 1º de mayo de 1917 al 21 de enero de 1919; un año después pasó a ser ministro de México en París, ahí se encontraba cuando surgió la rebelión de Agua Prieta contra el presidente Carranza.

A su regreso a México, ocupó el cargo de secretario de Relaciones Exteriores del gobierno del presidente Álvaro Obregón del 27 de enero de 1921 al 26 de septiembre de 1923 y después de Hacienda y Crédito Público del 27 de septiembre de 1923 al 30 de noviembre de 1924, cuando se hizo cargo de esa secretaría en sustitución de Adolfo de la Huerta. Desde este puesto se dio cuenta del estado lamentable de la situación financiera del país, que habiendo sufrido rebeliones recientes mostraba un déficit de muchos millones de pesos. De inmediato tomó medidas enérgicas: los salarios de los funcionarios y empleados públicos fueron reducidos en un 10 por ciento, además de despedir a dos mil de ellos. Esto generó gran inconformidad incluso entre sus compañeros de gabinete, como el secretario de Educación, José Vasconcelos.

En la etapa final del gobierno obregonista, Pani se encargó de sentar las bases para una más profunda reconstrucción económica del país, la que se llevaría a cabo durante el gobierno de Plutarco Elías Calles, quien lo ratificó en el puesto, mismo que desempeñó del 1º de diciembre de 1924 al 12 de febrero de 1927.

Escribe Eugenio Rovzar (Alberto J. Pani: un capitalista revolucionario) "Enfrentado al considerable desorden en el presupuesto gubernamental y con la firme convicción de la necesidad de aumentar equilibradamente la cuenta pública, toma una serie de medidas para reducir el gasto e incrementar el ingreso del erario público. Alcanza lo primero por la reducción de salarios y personal en las dependencias públicas y la suspensión del pago de la deuda externa. Para lo segundo implementa una reforma fiscal basada en la introducción de un nuevo impuesto que gravó el ingreso, en lugar del viejo método de recaudación uniforme e indirecta".

Es así como Pani realizó una reforma hacendaria que buscó el logro de cuatro objetivos: la nivelación de los presupuestos de ingresos y egresos, la reforma fiscal, el establecimiento de un sistema bancario y la restauración del crédito interno y externo.

Para lograr el primero reestructuró los organismos burocráticos de recaudación fiscal.

Respecto al segundo, el 8 de mayo de 1925 se expidió la primera Ley orgánica del Impuesto sobre la Renta, una forma de imposición fiscal directa que gravó los sueldos, salarios, emolumentos y utilidades de sociedades y empresas, además de eximir de gravamen a los pobres. Según Pani, con esta ley se dictaron "los lineamientos generales de la imposición de acuerdo con los cuatro postulados doctrinales: la exención del gravamen para un mínimo de existencia -lo indispensable para cubrir las necesidades primordiales de la vida-; la discriminación o diferenciación de las diversas clases de renta -las del capital, las del capital y el trabajo y las del trabajo solamente-; la progresividad -para que pese tanto más cuanto mayor sea la fortuna que grava-; y, por último, la reducción por cargas de familia"

En cuanto al tercero, fue reorganizado el sistema bancario en agosto de 1925, con la creación del Banco de México, que tendría como función esencial y exclusiva la emisión de billetes, encargándose además de la regulación de la actividad de los bancos privados; asimismo, promovió la expidió de la Ley Nacional de Instituciones de Crédito y Establecimientos Bancarios, redactada por Manuel Gómez Morín, entonces miembro del consejo de administración del Banco de Londres y México.

Para el logro del cuarto objetivo, en octubre de 1925 firmó un convenio realizado entre el gobierno mexicano y el Comité Internacional de Banqueros, conocido como Enmienda Pani, debido a que el ingeniero Pani fue el principal responsable de la negociación; ese documento, que reformó el convenio Lamont-De la Huerta, fue de gran importancia, debido a que la deuda exterior fue reducida de 1,561 millones de pesos a 890 millones. Esto se logró debido a que la deuda de los ferrocarriles ya no se consideró responsabilidad del gobierno mexicano, puesto que el 31 de diciembre de 1925 los ferrocarriles serían reintegrados a la iniciativa privada.

Por otra parte, en ese mismo año, creó la Dirección de Pensiones Civiles (antecedente del ISSSTE) y el Banco de Crédito Agrícola. También promovió que se creara la Comisión Nacional de Irrigación (que años después se transformaría en la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, y CONAGUA). Además, participó en la remodelación y arreglo del Zócalo y del Palacio Nacional, y en la construcción del Monumento a la Revolución.

Al ser sustituido por Luís Montes de Oca, fue nombrado nuevamente ministro mexicano en París; también en 1931 fue el primer embajador mexicano en España. De allá regresó para ser por segunda vez secretario de Hacienda en las presidencias de Pascual Ortiz Rubio del 21 de enero al 3 de septiembre de 1932 y de Abelardo Rodríguez del 5 de septiembre de 1932 al 28 del mismo mes de 1933. Para sortear los efectos de la crisis de 1929 y los problemas económicos internos, Pani logró obtener un préstamo de las compañías petroleras y procedió a hacer una nueva ley de reforma monetaria que estableció la acuñación de plata a toda la capacidad de la Casa de Moneda; se aumentó el circulante y se provocó la inflación a fin de promover una mejoría en la situación económica y una franca recuperación de la hacienda pública. El control de la acuñación le fue retirado al Banco de México y se le pasó a la Secretaría de Hacienda. También se depreció el peso frente al dólar y éste se estabilizó en $3.60 pesos por dólar.

Al respecto, años después, Ortiz Mena escribió en su libro “El Desarrollo Estabilizador: reflexiones sobre una época”, que Alberto J. Pani, "al darse cuenta de que en la economía existía una falta generalizada de demanda de bienes y servicios consideró que era necesario estimular dicha demanda. En este sentido su política se adelantó a la Teoría general de Keynes, publicada en 1936. Así, en marzo de 1932, propuso una reforma que le otorgó el sustento legal para ordenar una importante acuñación de monedas de plata. De esta forma aumentó el circulante en la economía y el gobierno se allegó recursos por la diferencia entre el valor nominal y el valor intrínseco de las monedas acuñadas. Pani realizó el pago de los salarios adeudados a los servidores públicos con billetes de nueva emisión, lo cual, además de reforzar la reactivación de la demanda de bienes y servicios, contribuyó a establecer la circulación de billetes en la economía".

Para Aurora Gómez Galvarriato (Modernización económica y cambio institucional: del porfiriato a la segunda guerra mundial): Más allá de las influencias que las nuevas tendencias en la teoría económica pudieron tener sobre su gestión, Pani tenía -como ingeniero hidráulico que era- una gran claridad sobre los flujos económicos y financieros, al tiempo que, como había demostrado a través de su política económica durante su periodo anterior como secretario de Hacienda (1923-1927), era poco ortodoxo. Durante su segunda gestión como responsable de las finanzas públicas federales (1932-1933), Pani inició políticas contracíclicas encaminadas a restablecer el crecimiento. El gobierno renunció a defender el valor del peso y el patrón oro, y en cambio adoptó como meta el empleo pleno."

Con el propósito atender los requerimientos de infraestructura y servicios públicos, indispensables para el desarrollo urbano del país, promovió la creación en 1933, del Banco Nacional Hipotecario Urbano y de Obras Públicas (que se convertiría posteriormente en BANOBRAS).

Tras dejar por segunda ocasión la Secretaría de Hacienda, todavía intervino en la dirección de las obras del Palacio de Bellas Artes, el que fue inaugurado en 1934. Después se dedicó a la vida privada y se convirtió en un próspero empresario, al igual que otros políticos de su época.

 

 

Fue autor de La Higiene en México, La Cuestión internacional Mexicano-americana durante el gobierno del Gral. D. Álvaro Obregón, La Política Hacendaria y la Revolución, Mi Contribución al Nuevo Régimen 1910-1933, Tres Monografías y Apuntes Autobiográficos exclusivamente para mis hijos.

 

 

Retirado en 1952, falleció el 25 de agosto de 1955 en la ciudad de México, Distrito Federal.

 

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.

Efemérides. Nacimiento 12 de agosto de 1878. Muerte 25 de agosto de 1955.