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Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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2000 Ni un voto al PRI. Desplegado de ciudadanos.

Mayo 7 de 2000

 

NI UN VOTO AL PRI
ATREVERSE A GANAR
POR UNA PLATAFORMA Y GOBIERNO DE TRANSICIÓN

 

México está ante un gran desafío. Las elecciones presidenciales del 2 de julio son un plebiscito: continúa gobernando el PRI o no. La alternancia es un requisito indispensable pero no suficiente para fundar una república nueva. Es necesario realizar una transformación profunda del régimen político. Necesitamos poner en marcha reformas sociales para un desarrollo económico con crecimiento, que reduzcan la desigualdad. Estas son tareas de una gran coalición de fuerzas sociales, culturales y políticas que rebasan, las fronteras de los partidos.

Todavía es tiempo de sumar las fuerzas de millones para garantizar un cambio por la vía electoral. Eso sería posible si se combinan dos requisitos: la construcción de una plataforma de transición y la conformación de un gobierno de coalición. El candidato opositor que acepte y se comprometa públicamente con esas dos condiciones, puede convertirse en el presidente de una república moderna y democrática.

La opción electoral capaz de vencer al PRI, en la competencia por la presidencia de la República, y comprometida públicamente con un gran acuerdo nacional, está representada por Vicente Fox. Si sumamos los votos de millones de ciudadanos su victoria será posible.

La transición no es una tarea de caudillos, ni de un solo hombre. Vicente Fox tiene en sus manos la posibilidad de convertirse en el candidato, primero, y posteriormente en el presidente de la transición, si llama a la sociedad a impulsar una plataforma de reformas políticas y sociales que garanticen la sustitución del antiguo régimen por un nuevo pacto político-social que ponga las bases de un nuevo país. No se trata solamente de ejercer el voto útil, sino de encabezar la transición democrática.

Sólo un gobierno de transición integrado por fuerzas diversas será capaz de emprender y consolidar los grandes cambios. Se requiere un gobierno arco iris, no monocolor.

Las tareas mínimas para dejar atrás al viejo régimen, requieren una república donde:

• El presidencialismo sea sustituido por un régimen de equilibrio de poderes.

• El centralismo sea suplido por el federalismo.

• Una nación donde se tracen metas y planes que aprovechen los recursos humanos y materiales poniendo fin a la improvisación y los programas de corto plazo.

• Un proyecto nacional que parta de un nuevo pacto político y social.

• Una economía que reconstruya el mercado interno sin tentaciones autárquicas, capaz de aprovechar los nuevos mercados a nivel internacional sin menoscabo de nuestro propio desarrollo y crecimiento nacionales fortaleciendo la soberanía.

• Un país donde se termine con el control corporativo del estado sobre los trabajadores y empresarios instaurando la libertad sindical para asegurar sus derechos sin la tutela estatal.

• Una república moderna que suprima el cacicazgo e impulse una gran reforma rural que saque al campo de la improductividad y el desastre.

• Un país que preserve la identidad de las culturas indias y evite su marginación.

• Una nación que se integre al mercado mundial en condiciones distintas, revisando los tratados para establecer cláusulas de compensación que nos permitan emparejamos con los países desarrollados.

• Una nación y una república con destino claro que abra la esperanza de los jóvenes y evite su rechazo a una sociedad y un Estado que no les brinda futuro.

La alternancia es una tarea posible y madura, desaprovechar la oportunidad por intereses mezquinos sólo contribuirá a perpetuar fas peores traiciones conservadoras.

Es la hora del cambio.

Es el momento de atreverse a ganar.

Una izquierda moderna mirando al futuro, comprometida con el cambio debe imprimir su sello a la alternancia.

Es la hora del cambio.

Es el momento de atreverse a ganar.

Una izquierda moderna mirando al futuro, comprometida con el cambio debe imprimir su sello a la alternancia.

José Luis Araiza, Roberto Borja, Federico Campbell Peña, José Luis Cardona, Héctor Castillo Juárez, Agustín Castillo, Jesús Collins, Eugenio Estrada Díaz, Armando Fierro, Cristina Gómez Álvarez, Vicente Granados, Lucero Helimer, Ricardo Hernández, Melchor Inzunza, Arnulfo Iriarte, Ricardo Ludlow, Tomás Méndez, Carlos Martínez Rentería, Fernando Mendizábal, Eliezer Morales, José Olvera, César Ortega J. Joel Ortega J., Alberto Pulido, Emilio Pérez Ramos, Mario Rechy, Marcela Ríos, Liberato Terán, Antonio Valdéz, María Luisa Velasco.

 

 

 

Proceso, 1227, mayo 7 de 2000, pp. 50,