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Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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1988 Comparecencia de Manuel  Clouthier.

Septiembre 8 de 1988

 

Intervención de Manuel J. Clouthier, candidato presidencial, ante la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados.

 

 

H. Cámara de Diputados de la LIV Legislatura, constituida en el Colegio Electoral para la calificación de la elección presidencial:

Ciudadanos mexicanos:

Mi presencia aquí es testimonio vivo de los nuevos tiempos a los que la política mexicana ha llegado gracias a la participación de los ciudadanos.

Comparezco ante los miembros de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, para presentar alegatos en defensa de la democracia y ofrecer las pruebas en las que se funda la demanda popular de que se declare nula la elección presidencial del pasado 6 de julio y por consecuencia se convoque a una nueva.

No vengo a litigar una causa personal. Me trae aquí la fuerza de los ciudadanos que votaron para expresar su exigencia enérgica de que se dé cabal cumplimiento a lo estipulado por el artículo 39 de nuestra Constitución, que deposita la soberanía nacional en el pueblo y, por tanto, su derecho inviolable de elegir a sus gobernantes.

Para que dicho principio constitucional se respete, es preciso anular la elección presidencial del 6 de julio próximo pasado, en virtud de que tanto

el marco legal en el que se desarrolló todo el proceso, como por las condiciones previas a la jornada electoral, las irregularidades cometidas el mismo día de los comicios y la manipulación de los resultados, impiden el ejercicio pleno de la soberanía del pueblo y hacen irreconocible la voluntad del mismo.

El reclamo popular de la anulación de las elecciones presidenciales se funda en las siguientes consideraciones.

MARCO LEGAL

Es del dominio público que las disposiciones constitucionales en esta materia y el mismo Código Federal Electoral fueron hechos por el grupo en el poder, para favorecer a sus candidatos y perpetuarse así en los puestos de gobierno. Más allá de la retórica para efectos publicitarios, todos los dispositivos legales están dirigidos inmediata y directamente a lograr el fortalecimiento del monopolio político. La nueva conformación de la Cámara de Diputados es el resultado del esfuerzo de muchos mexicanos, que a los largo de los últimos cincuenta años han venido abriendo espacios a la democracia.

No se está ante una dádiva o concesión oficiales: muy a pesar del grupo dominante, se ha venido modificando la correlación de fuerzas políticas.

Y en tanto los partidos de oposición se sometieron a esa ley injusta, para poder participar en la contienda y seguir abriendo brecha para la participación ciudadana, quienes crearon la ley se dedicaron a burlarla a lo ancho y largo de la República.

Dos grandes falacias se han difundido para tratar de acreditar la legitimidad del proceso electoral, mismas que en alguna medida han confundido a quienes no están cerca de estas tareas:

— La primera consiste en afirmar que la elección es inobjetable, habida cuenta de que en la mayoría de las casillas del país hubieron representantes de todos los partidos políticos.

— La segunda consiste en afirmar que esos representantes verificaron el cómputo de los votos en la mayoría de las casillas.

Sin embargo, buen cuidado tienen los voceros de no decir que conforme a la ley hecha por el Gobierno, el único que tiene autoridad y mando en cada casilla electoral es el presidente de la misma, que es designado por el propio Gobierno. Buen cuidado tienen en no decir que los representantes

de los partidos y candidatos solamente podrán presentar por escrito las protestas que consideren pertinentes ante las más graves y flagrantes violaciones a la ley, como dejar votar sin credencial de elector o sin estar en la lista del padrón, o permitir que los “auxiliares” electorales sean quienes realicen el cómputo amañado de los votos y tantas e innumerables maniobras más, y que el Tribunal de lo Contencioso Electoral resolvió que tales protestas no tienen ninguna relevancia, en virtud de que son simples manifestaciones de los referidos representantes.

Luego entonces, la función del control y vigilancia que la ley asigna a los enviados de partidos y candidatos es virtualmente nula.

Y si la ley y el tribunal niegan toda eficacia a quienes representan a candidatos y partidos, malamente pueden decir los representantes de la oligarquía que hubo vigilancia y control de todas las partes en el proceso.

Por las mismas razones queda desvirtuada la segunda falacia: efectivamente, si ninguna función eficaz les conceden a los representantes de los partidos durante la jornada electoral, no vale decir que su presencia avala como verdaderos los datos que los funcionarios de casilla asientan en las actas del cómputo.

Además, el mundo entero pudo comprobar la manipulación informativa que realizó el régimen a partir del mismo 6 de julio: la tristemente célebre “caída” del sistema fue vergüenza que el México de hoy no merece.

Esa controvertida ley garantiza, además, en favor de sus autores, que violaciones graves plenamente acreditadas que afecten hasta un 19. 9 % del proceso general de que se trate queden impunes. Así lo dice a contrario sensu y así lo resolvió el Tribunal de lo Contencioso Electoral.

Por lo antes expuesto, la apertura de los paquetes electorales, exigencia reiterada del Partido Acción Nacional, resulta imperativo de legalidad y justicia.

Que el gobierno de la República haya resguardado con medidas de alta seguridad los paquetes electorales, siempre custodiados por el Ejército Nacional, no puede tener otro significado que el de garantizar su inviolabilidad, para que sirvan de compulsa y comprobación a los órganos jurisdiccionales de la elección y, principalmente, a este Colegio.

La rotunda negativa del Colegio a la apertura de tales paquetes, demuestra dos grandes verdades: por una parte, la inutilidad de su guarda y custodia; y por otra, que el propio gobierno sabe bien que el contenido de las actas de escrutinio no coincide con el cómputo correcto de los votos reales que están dentro de los paquetes tan celosa como vanamente custodiados.

¿Valdrá la pena negarse a la revisión de los paquetes electorales a costa de la legitimación y autoridad moral del próximo gobierno?

Acción Nacional ofrece como pruebas de la impugnación general del proceso, el contenido de todos los paquetes electorales correspondientes a la elección presidencial que están custodiados por el Ejército Nacional.

CONDICIONES PREVIAS A LA ELECCIÓN

Además de la nulidad que se desprende del punto anterior, la elección presidencial también está afectada [de] invalidez, toda vez que en el transcurso de la competencia partidista se cometieron innumerables violaciones a los derechos humanos y a diversos artículos de los pactos internacionales que sobre la materia el Estado Mexicano ha signado, con aprobación del Senado de la República, por lo que en atención a lo dispuesto en el artículo 133 constitucional, debe sostenerse que la Ley Suprema de toda la Unión fue permanentemente pisoteada por el Gobierno y su partido para favorecer a su candidato. Consecuentemente, todo el proceso de elección presidencial está afectado de ilegalidad.

Durante todo el periodo previo a la elección se transgredieron reiteradamente los siguientes derechos humanos en agravio del pueblo de México, de los candidatos presidenciales y de los partidos de oposición:

I. Violaciones a la libertad de opinión y de expresión, así como al derecho a recibir y difundir información.

[...]

Fue pública y notoria la actitud de parcialidad absoluta de los medios de comunicación masiva en favor del candidato oficial, principalmente en el caso de la televisión.

La cobertura concedida a los partidos de oposición en dichos medios fue mínima, parcial y tendenciosa.

Así, el reporte de auditoría de Medios de Comunicación S. A. en relación con los canales 2, 4, 5, 7, 11 y 13, reflejó durante etapas importantes del proceso que el 78. 6 % de la información correspondió al partido oficial y el 21. 4 % restante a la suma de los demás partidos.

Hubo semana en que el PRI tuvo 8 programas especiales en la televisión mexicana, por un tiempo de 264 minutos en tanto el resto de los partidos políticos contó con un solo programa especial.

En el mismo lapso sólo hubo entrevistas por televisión para el PRI por 83 minutos y cerrazón completa para toda la oposición.

La Asamblea Democrática por el Sufragio Efectivo realizó un análisis de 14 periódicos de circulación nacional el 10 de marzo, con los siguientes resultados: 13, 828 líneas ágata para el partido oficial y 9, 847 para todos los demás partidos.

II. Se violó flagrantemente el derecho que toda persona tiene de acceder en condiciones de igualdad a las funciones públicas de su país.

[...]

Se otorgó toda clase de privilegios a uno de los candidatos, en tanto que se discriminó y hostigó a los aspirantes a la Presidencia de oposición.

La existencia misma de un candidato oficial equivalió a la utilización de recursos del Estado y del erario público para asegurar votos y garantizar su triunfo.

Un elevado número de ciudadanos de la República son testigos de esto y lo pueden testificar ante esta Comisión, si así se les requiere. Fue patente que el Gobierno en sus tres niveles, federal, estatal y municipal, puso a disposición del candidato del Partido Revolucionario Institucional los elementos humanos, económicos y materiales que fueron necesarios para promover al candidato oficial.

Podríamos sobreabundar en pruebas sobre este punto. Basta mencionar las siguientes:

Personal del Estado Mayor Presidencial tuvo a su cargo la logística y la seguridad del candidato del régimen.

El uso de personal del Estado Mayor Presidencial comenzó el día del “destape” de Carlos Salinas de Gortari, al poner a su disposición un general, cuatro coroneles y un gran número de oficiales apoyados por varios pelotones de tropa. El candidato del PRI de inmediato tuvo a su disposición prácticamente toda la estructura gubernamental existente.

Salinas de Gortari llegó a Ciudad Juárez en dos aviones Boeing 747 escoltados por cinco turborreactores, cinco helicópteros y 18 aviones cazas del Estado Mayor Presidencial.

El día 16 de noviembre de 1987, en Monterrey, Salinas inicia su campaña en Nuevo León con:

— Suspensión general de clases en todos los niveles escolares.

— Cuarenta mil maestros no laboraron por instrucciones de los dirigentes de las secciones sindicales 21 y 50.

— La Universidad Autónoma de Nuevo León declaró ese día asueto, acarreando alumnos en 150 camiones y repartiendo 20, 000 comidas.

Diversas agencias gubernamentales de asistencia social paraestatales, como la Conasupo, Pemex y las secretarías de Agricultura y Educación se articularon con las estructuras del partido oficial para reforzar la campaña de su candidato presidencial.

Las instalaciones aéreas se pusieron a disposición del PRI, se creó el COE (Centro Operativo de Enlace) localizado en la torre de control del Aeropuerto Internacional de la Cd. de México, como apoyo a los viajes que por vía aérea realizará Carlos Salinas de Gortari, utilizando el Sistema Nacional de Microondas y Radio-Enlace del SENEAM (Servicios Especiales a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano). El centro dispuso de personal responsable las 24 horas durante todos los días de la campaña. Altos funcionarios de ASA (Aeropuertos y Servicios Auxiliares) dictaron las disposiciones necesarias para la movilización del candidato y su comitiva en las 59 terminales del país, aeródromos, aeropistas y helipuertos.

Armando Badinas Mayés, diputado federal y delegado general del PRI en Baja California, declaró el 11 de diciembre de 1987 en Mexicali: “No es incorrecto ni delito utilizar los recursos del gobierno en la campaña proselitista, puesto que el PRI está en el poder y el Gobierno está integrado por priístas”.

En todos los Estados de la República las pocas obras públicas que se inauguraron o se iniciaron se utilizaron como propaganda del PRI:

El 25 de mayo de 1988 en Torreón, Coahuila, el Lie. Eliseo Mendoza Berrueto encabezó con Carlos Salinas de Gortari un acto donde anunció un programa de obras para la región de La Laguna que sería financiado por los gobiernos federal, estatal y municipal consistente en: caminos rurales, construcción y mejoramiento de vivienda, escuelas y centros de salud. El gobernador del Estado afirmó que dicho programa era el resultado de la labor de Salinas en esa entidad. Similares actitudes fueron adoptadas en otros estados por gobernadores y otras autoridades.

En síntesis, sin contar el costo de las horas-hombre sustraídas a las actividades normales de los ciudadanos coaccionados a asistir o servir en diversos menesteres y actos del PRI, el cálculo de nuestros analistas estima que no se pudieron haber gastado menos de $600. 000. 000. 000. 00 (seiscientos mil millones de pesos) en la campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortari.

Para comprender la magnitud de esta cifra, resulta válido compararla con el presupuesto estimado por los partidos que contienden por la presidencia del vecino país del norte: ninguno de los dos rebasa la cifra de 120, 000, 000 (ciento veinte millones de dólares).

III. Fue violado el derecho al voto libre y secreto.

[...]

La subcultura del autoritarismo que impera en el partido oficial no permitió a los miembros de éste reparar en el hecho de que su publicitada campaña de promoción del voto corporativo, mediante elaboración de listas de votantes bajo presión sindical y económica, constituyó una grave violación a los derechos humanos.

Millones de mexicanos, obreros, campesinos, empleados públicos y de paraestatales vieron así ultrajado su derecho natural a votar en libertad y en forma reservada. La prensa afirmó:

“El PRI espera captar votaciones en el D. F. mediante un plan de acciones de desarrollo social en la última etapa de la campaña electoral, una mayor dotación de tortibonos, la instalación de 150 centros populares de abasto Conasupo, la creación de cocinas populares para las que Diconsa aportará los equipos necesarios y el capital inicial para su operación, la ejecución de estos programas garantizará el triunfo inobjetable del PRI en las acciones del 6 de julio y la superación de apatía y abstencionismo de los ciudadanos”.

PADRÓN ELECTORAL

No menos grave es lo que ocurrió con el padrón electoral. Ahí también se cometieron delitos graves para manipularlo y ponerlo al servicio de las estrategias y necesidades del partido oficial.

La mecánica fue muy simple. El PRI identificó con toda anticipación las regiones, ciudades y distritos en donde las estadísticas y proyecciones indicaban que la oposición lo superaría, y sobre el padrón de dichas localidades y demarcaciones hizo una operación de depuración o “purga” de ciudadanos y se aumentó el número de empadronados con nombres de ciudadanos inexistentes.

En el norte de la República esta operación se acentuó: en algunas ciudades del estado de Chihuahua, se llegó a identificar hasta un 40 por ciento de los ciudadanos borrados arbitrariamente en las listas de votantes.

Mención especial merece el caso del Distrito Federal, donde esta operación de resta de ciudadanos reales y suma de ciudadanos ficticios fue de tal magnitud, que los alquimistas cibernéticos registraron a más de 70 electores inexistentes en el domicilio del propio Regente de la Ciudad de México.

Un estudio del padrón en el D. F. realizado por alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM participantes del Proyecto de Sociología Aplicada, encontró que los más altos márgenes de error en el padrón coinciden con los distritos que, según documentos del PRI filtrados a la prensa estaban en riesgo.

Desde 1985 se había demostrado que el padrón electoral estaba tan maquillado, que de ninguna manera podría ser la base de una elección limpia por más que la publicidad oficial se afanó en convencer a la opinión pública de su confiabilidad.

¿Cómo pueden ser válidas unas elecciones realizadas con base en este padrón deliberadamente falseado?

En virtud de lo anteriormente expuesto, puede considerarse que aun antes del día de la elección presidencial había suficientes causas de nulidad e invalidez de la misma, por el cúmulo y gravedad de violaciones cometidas contra los derechos humanos y la Constitución.

LA JORNADA ELECTORAL

Con el preámbulo descrito, la jornada electoral no podía ser más que un día para aplicar toda la colección de artimañas y maniobras del repertorio del fraude.

Sería prolijo hacer un inventario de ellas aquí. En todo caso, ofrezco como prueba de mi afirmación los expedientes formados con los motivos de los recursos de queja presentados por los diversos partidos ante las autoridades electorales y que obran en poder de la Cámara.

Solamente quiero dejar asentado que la misma tarde del miércoles 6 de julio el número de irregularidades conocidas era de tal magnitud, que tres de los candidatos presidenciales de la oposición nos vimos en la necesidad de apersonarnos ante el presidente de la Comisión Federal Electoral para hacer un llamado a la legalidad.

Debo decir que el nivel de participación de los ciudadanos en las urnas, el entusiasmo y la valentía de muchos mexicanos en la defensa del voto, en especial de las mujeres y de los jóvenes, rompió los parámetros sobre los que esta[ba] programado el fraude y la democracia se abrió paso en muchos distritos, a pesar de todo lo que se hizo para cerrarle la puerta. A ello obedece que a nivel distrital algunos resultados coincidieran con la voluntad popular.

¿Cómo puede conciliarse esta afirmación con la exigencia de nulidad de la elección presidencial sin caer en una contradicción?

No hay contradicción, como voy a demostrarlo. Los votos computados a favor del PRI, proceden de tres vertientes:

— El voto real depositado por sus simpatizantes.

— El voto falso recolectado fraccionadamente a través del “taqueo”, “brigadas de votantes”, relleno previo de ánforas, voto corporativo-compulsivo, etc.

— El voto falso en paquete que proviene del arreglo y maquillaje por casillas, municipios y distritos completos, realizado por los propios funcionarios electorales y gubernamentales para fingir triunfo y arreglar porcentajes.

El arreglo total de votos reales y falsos, que es la cifra de la elección presidencial, no refleja por ningún concepto la verdadera voluntad popular. Sin embargo, cuando estas cifras se desagregan por distritos, la densidad del fraude se diluye y al entrar en competencia con los votos distritales de otros partidos permite que en algunos el resultado se acerque al verdadero sentido del mandato ciudadano.

Por eso la nulidad afecta sólo a la elección presidencial y a un número determinado de distritos, que son aquellos en los que la vigilancia de la oposición fue imposible.

LAS CIFRAS DEL GOBIERNO

Resulta obvio que si estamos demandando la nulidad de las elecciones, no le damos ninguna validez a las cifras de la votación presidencial dadas a conocer por la Comisión Federal Electoral.

A reserva de que los diputados de mi partido desahogarán en el Colegio Electoral las pruebas relativas a la defraudación de la voluntad de los mexicanos, pongo a la consideración de esta Comisión para la formulación del dictamen este alegato por México.

Señores legisladores de todos los partidos:

Mi presencia aquí es congruente con la historia, los principios, las actitudes y la acción política que un puñado de mexicanos inició hace cuarenta y nueve años. El pan nació haciendo un acto de fe y de solidaridad con el hombre mexicano, en su dimensión inteligente y en su esencia social, en su buena voluntad y en su aptitud y anhelo de encontrar para México un camino político razonable, respetuoso y enraizado en la capacidad de la persona para encontrar vías humanas para resolver los problemas de la vida social, económica y política.

Frente a la barbarie del caciquismo, el pistolerismo, el control político, el desprecio por el derecho y el voto popular, el caudillismo y el espíritu faccioso, Acción Nacional levantó una convicción: los mexicanos somos capaces de resolver por nosotros mismos, sin violencia, nuestros problemas comunes. Los fundadores del pan creyeron, y nosotros seguimos creyendo firmemente, en la palabra razonable y veraz, en el valor del derecho justo y respetado por todos como instrumentos únicos para lograr los cambios necesarios para México.

No ha habido instancia jurídica a la que no hayamos acudido. No ha habido diálogo que no hayamos intentado. Hoy tal vez, muchos de ustedes tengan nostalgia de la corrección en la forma de los panistas que prefirieron sufrir la injusticia y la ilegalidad que cometerlas, y no dudo que algunos tendrán la honradez de reconocer, así sea en su fuero interno, que no fue Acción Nacional quien enseñó a los mexicanos a desconfiar del derecho y del diálogo civilizado. A pesar de las burlas, de la presión, del crimen mismo, de la traición a la palabra dada. Acción Nacional insistió pacífica y enérgicamente y continuó caminando con la esperanza activa de transfor

mar la prepotencia en disponibilidad, la mentira en veracidad, el desprecio por la ley en sumisión al derecho, la desconfianza en la vía electoral en la credibilidad de las instituciones.

A pesar de todo Acción Nacional continuó y continúa transitando por el camino que se trazó. Mi comparecencia ante esta comisión, es un paso más sobre este sendero que tiene como mapa la convicción de que no es de la fuerza física de donde ha de surgir la paz, que es la tranquilidad en el orden.

Para nosotros, la democracia es organización racional de libertades con base en la ley; es distribución equitativa del saber, del tener y del poder; es institucionalización del diálogo, es confianza en la palabra razonable y veraz, es voluntad de convivencia con quienes piensan de manera diferente; es decisión de fundar la autoridad en razón para que la autoridad tenga la razón que la sociedad le dé.

Nosotros estamos convencidos de que el progreso humano, y por tanto el progreso nacional, depende de la capacidad para volver innecesaria la violencia y el esparcimiento de sangre. Nosotros tenemos la firme convicción de que en política la solidaridad consiste en crear las instituciones necesarias para que ningún hombre pueda causar daño a otro hombre.

Por eso hemos sostenido que no es lícito, moral ni jurídicamente, utilizar medios malos para conseguir fines buenos. El dislocamiento entre medios y fines conduce, como la historia universal y nacional lo demuestran, a la perversión de los fines proclamados. Hemos actuado así, a pesar de que a muchos les parece ingenuo e ineficaz, a pesar de la burla ofensiva o de la victoria escamoteada. Ante la disyuntiva de ejecutar actos posiblemente inútiles o seguramente criminales, hemos optado por lo primero, porque estamos seguros de que superar lo arcaico o primitivo es dejar atrás las relaciones humanas y políticas regidas por la ley de la fuerza y cimentar la política sobre relaciones humanas pacíficas, veraces y razonables.

Por eso estoy aquí hablando a sus razones y a sus conciencias. No ha sido Acción Nacional quien ha creado la desconfianza en la palabra y en el derecho, porque creemos en ambos, no en la fuerza ni en la violencia, estoy aquí hablando para exigir respeto a las leyes. Y sépanlo, amigos: ni siquiera en defensa de mi propio caso me separaré de esta historia que me ennoblece y enorgullece, ni de la convicción que me anima. Y sé muy bien en qué y en quién he puesto mi confianza y sé asimismo que tarde o temprano, seguramente más temprano que tarde, la fuerza de la verdad acabará imponiéndose.

Ésta es la apuesta de Acción Nacional y la mía propia, y es una apuesta que vamos ganando; hoy participan en los procesos electorales quienes hasta hace poco tiempo los calificaban de farsa y nos acusaban de complicidad; hoy invocan a la sensatez quienes ayer estaban instalados en la insensatez; hoy llaman a la cordura muchos de los que apenas ayer se burlaban de la oposición leal. Mi presencia aquí es ya en sí misma una victoria que no podrá ser robada al pueblo cuya conciencia organizada, cuyos votos y cuya movilización enérgica y pacífica, consiguió abrir este espacio a pesar de todo y contra todo pronóstico. Lo he dicho y lo reitero: sólo está derrotado quien ha dejado de luchar, y con el pueblo estamos en pie de lucha.

Después de las elecciones, iniciamos un tramo duro y penoso del camino de nuestro país hacia la democracia.

Se habían sentido las campañas políticas en las que la gente, nuestra querida y heterogénea ciudadanía, despertaba y empezaba a comprender que sólo siendo responsable podía aspirar a ser libre y democrática. Luego vino el día de las elecciones, donde afloró todo lo bueno y todo lo malo de nuestra todavía incipiente democracia. Falta mucho por hacer, tendremos que seguir en la brega para ir perfeccionando lo que hemos alcanzado.

Quizá la fase más interesante y apasionada de este quehacer fue la de integrar este taller de la palabra que es el Congreso de la Unión y consolidar esta Cámara plural que representa lo que es nuestro querido México: la patria que nos hermana a todos los mexicanos.

Amalgama de situaciones que ustedes representan y de la que tiene que venir la “unidad”, que no es más que la heterogeneidad articulada.

Ustedes, amigos que representan a esta patria que nos hermana a todos y nos engrandece, tendrán que ser capaces de hacer surgir la solidaridad humana, que es el proceso de conjuntar voluntades por encima de las diferencias y a pesar de las divergencias en aras de alcanzar un objetivo de orden superior que en este caso se llama el bien de México.

Quiero, pues, pedirle a Dios que ilumine a todos. y cada uno de nosotros, para que hagamos lo que tenemos que hacer en este momento crucial de nuestra existencia como nación. El futuro de México está en nuestras manos. Podemos hacerlo maravilloso o podemos atrasarlo por varias décadas, si somos capaces de actuar con verdadero espíritu de solidaridad y fraternidad patriótica.

Creo que todos estamos conscientes de que la pasada elección presidencial está manchada por miles de fallas e inmoralidades, errores involuntarios y deliberados, de actos de represión y violación de los derechos humanos que nos llevan a una conclusión lógica: no es confiable la elección. Lo dije desde el día 6 de julio y lo he venido reiterando a lo largo de los pasados sesenta y cuatro días.

Acción Nacional lleva ya 49 años luchando por una patria ordenada y generosa. A lo largo de casi medio siglo ha presenciado y ha sido víctima de un sinnúmero de fraudes electorales. Éste es uno más y sin embargo hemos avanzado. El país, penosa y difícilmente va subiendo al cénit de la democracia. Pronto en el seno de esta Cámara constituida en tribunal político, habrá de efectuarse una votación que sancionará la elección presidencial y que tiene visos de nueva consagración de un resultado viciado. Nuestro voto jamás podrá convalidar lo ilegal y tendrá que ser congruente con lo que he venido asentando en este exposición. Pedimos, por México, la anulación de las elecciones presidenciales y que se convoque a nuevos comicios.

Al margen de la resolución que adopte el Colegio Electoral, me permito poner a la consideración de la nación, a través de sus representantes, las bases intransigibles para formular un acuerdo nacional que le asegure una transición pacífica a estadios de democracia aceptables para todos:

1. - Definición plural de un nuevo marco legal para la dinámica político- electoral de la República que incluya los siguientes puntos:

A) Reforma al artículo 60 constitucional y que asigne la responsabilidad de la preparación, organización y control de los procesos electorales a la sociedad civil a través de los partidos políticos y los mismos ciudadanos.

B) Adición constitucional para elevar a la categoría de garantías individuales los derechos políticos de los ciudadanos y otorgamiento de su protección jurisdiccional

C) Creación de un Tribunal Federal Electoral autónomo, con plenitud de jurisdicción y cuyas resoluciones sean definitivas e inatacables.

D) Prohibición legal a la afiliación compulsiva o de corporaciones a partidos políticos.

E) Integración por insaculación de los organismos electorales a propuesta de partidos y ciudadanos.

F) Restructuración íntegra del Registro Nacional de Electores incluyendo la expedición de una credencial permanente de elector con características de identificación plena.

G) Creación de tipos penales e incremento de sanciones para conductas defraudatorias del voto.

2. - Instalación de una comisión de esta Cámara de Diputados que investigue la realización de conductas ilícitas y violatorias de los derechos humanos en el proceso electoral que nos ocupa, la que deberá presentar sus conclusiones dentro de seis meses.

Ciudadanos diputados:

Concluyo con la exposición expresándoles cuatro pensamientos que creo deben ser elementos de la nueva cultura política que este proceso electoral ha comenzada a generar.

— La vida pública debe ser precisamente pública. Por ende, todo debe hacerse de cara ante el soberano que es el pueblo.

— Debe terminar toda política de negociaciones ocultas y de “reglas no escritas”.

— Urge tomar conciencia que en México millones de electores están pendientes del acontecer nacional y nuestra responsabilidad primordial es con ellos. Debe supeditarse en todo momento el interés exclusivo de personas o grupos ante los intereses superiores de la República.

— Los grandes problemas nacionales, cada vez más graves y complejos, únicamente podrán resolverse si logramos la unidad de todos los hombres y mujeres de México que con buena voluntad den su esfuerzo generoso para regenerar la vida política del país. Sin confianza del pueblo en sus gobernantes, no podrán éstos coordinar los esfuerzos ciudadanos para hacer de México un país verdaderamente próspero y auténticamente soberano.

Acción Nacional seguirá siendo el factor real de cambio para el progreso. Seguirá luchando responsablemente y con fidelidad absoluta, y Manuel J. Clouthier seguirá con renovada alegría y sin desaliento, como un soldado de la democracia.

Salón Legisladores de la República de la cámara de Diputados, Septiembre 8 de 1988.

Atentamente

MANUEL J. CLOUTHIER.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Historia documental de México / Ed. de Miguel León-Portilla. 4ª. Edición. —- México: UNAM, 2013. 3 volúmenes. — (Instituto de Investigaciones Históricas. Serie documental; 4)