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Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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1924 Manifiesto de Ángel Flores a sus partidarios y a la Nación mexicana

Culiacán, Sinaloa, 1o. de Diciembre de 1924

A MIS LEALES PARTIDARIOS, AL PUEBLO SUFRIDO Y HONRADO Y A LA NACIÓN MEXICANA EN GENERAL, DIRIJO EL PRESENTE MANIFIESTO

Cuando acepté mi candidatura para la Presidencia de la República, por medio de la prensa di a conocer mi programa de gobierno y por lo tanto, es bien conocido de todos.

Al comenzar mi gira de propaganda por los estados, quedé convencido y satisfecho del entusiasmo y simpatía de mis partidarios, y por lo mismo, comenzaron a germinar en los mercenarios de la imposición, el despecho y el odio hacia mi y a los pocos que me acompañaban, que hubieran sido muchísimos, pero los recursos pecuniarios de que disponía, no me permitían hacer grandes gastos y por eso me concreté a llevar unos cuantos de mis partidarios.

En Pachuca, San Juan del Río, Querétaro y Aguascalientes, fuimos atacados recibiendo una lluvia de proyectiles, que por fortuna ningún daño nos causaron y solamente en Querétaro tuvimos la pena de que resultara herido el Sr. Luque que falleció tres días después.

Con este motivo, para no exponer ni sacrificar a los que me acompañaban me abstuve de continuar esa gira retirándome a Culiacán en donde esperé las elecciones.

Al verificarse éstas, el 7 de Julio del año actual, comencé a recibir telegramas de toda la República, dándome cuenta de los atentados, robos de ánforas y otros chanchullos, cometidos por los esbirros de la descarada imposición.

Los diversos jefes de agrupaciones que me postulaban, levantaron actas y elevaron sus quejas al mismo General Obregón, así como a la Secretaría de Gobernación, cuyos altos funcionarios ni siquiera contestaron a esas quejas.

Por toda la República se perseguía y se persigue a mis partidarios con tal saña, cual si fueran criminales o kanes hidrófobos, y aunque las quejas se multiplicaban, las autoridades guardaban un silencio sepulcral.

Muchas son las víctimas que han resultado de mis partidarios, que han sido asesinados y encarcelados, y no conforme con eso nuestros contrarios, apelaron a la calumnia, haciendo circular la falsa versión de que yo había aceptado la cantidad de dos millones de pesos para retirarme de la contienda, traicionando a mis partidarios.

Esa falsa versión se desvaneció, al saberse que me encontraba rodeado de tropas, casi sitiado, y con una legión de policías que me vigilaban y espiaban, observando hasta mis más íntimos movimientos.

Sin embargo de la cantidad enorme de individuos pagados con el dinero, producto del sudor del pueblo honrado para hacer chanchullos y robar ánforas diseminados por todas partes, debido al celo y energías de mis partidarios, llegué a saber que había yo obtenido la mayoría de votos, no obstante que miles de boletas a mi favor, habían sido escondidas en las casillas y sólo se encontraron las del candidato impuesto.

Al hacerse el cómputo por los miembros de la Diputación actual sin embargo de tanto fraude, superaba la votación a mi favor y fué cuando cerró con broche de oro LA CONSIGNA para sacar avante al candidato impuesto.

En estas condiciones, en atención a que mis partidarios no han desmayado volviendo sus ojos hacia mí, pidiendo que no los deje ni los abandone, haciéndome ver que Plutarco Elías Calles quiere hacer de la Nación Mexicana la sucursal de la Rusia Soviet, que al tener Calles el mando Supremo cometerá mil atentados, convirtiendo los templos de la Religión Católica que es la que profesa la inmensa mayoría de los mexicanos en mezquitas y cuarteles, substituyendo nuestro Ejército por filibusteros turcos, rusos y árabes, de los que ya han llegado en grandes carabanas a la ciudad de México, ofreciendo repartirles terrenos con perjuicio de nuestros nacionales, y, en suma comprendiendo que al escalar el poder Plutarco Elías Calles, será la ruina y la desgracia de mi querida Patria, digna de mejor suerte, aún a costa de mi vida he decidido no abandonar a mis partidarios y declaro.

I.- Desconozco al llamado Presidente Plutarco Elías Calles, quien otorgó hoy la protesta, como resultado de la imposición y de la burla hecha al pueblo mexicano.

II.- Desconozco los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial que actualmente funcionan.

III.- Por consecuencia inmediata desconozco a las demás autoridades de la República.

MEXICANOS, que lleváis en vuestras venas la sangre de Cuauhtémocy el templo de los Héroes que como Hidalgo, Morelos y otros más, que no titubearon en inmolar sus vidas para darnos libertad, no lo penséis: sin pérdida de tiempo empuñad el arma de que podáis disponer para iros a incorporar con alguno de los jefes que ya están operando, para poder derrocar al tirano impuesto.

¡Vivan los Héroes de la independencia!

¡Viva nuestro Pabellón tricolor!

Culiacán, 1º de Diciembre de 1924.

Angel Flores

Se suplica por patriotismo, la circulación del presente Manifiesto.

 

 

 

 

 

 

Fuente: Román Iglesias González (Introducción y recopilación). Planes políticos, proclamas, manifiestos y otros documentos de la Independencia al México moderno, 1812-1940.  Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Serie C. Estudios Históricos, Núm. 74. Edición y formación en computadora al cuidado de Isidro Saucedo.  México, 1998. p. 938-940.