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Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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1913 Declaración de apoliticismo de la Casa del Obrero Mundial

Junio 13 de 1913

En El Independiente de 2 del actual, se consigna a titulo de rumor, una versión enteramente calumniosa, con la que se pretende arrojar el desprestigio sobre la Casa del Obrero Mundial y presentarla como un foco de conspiración, que las autoridades deben destruir.

La persona que dio a ese periódico dichos falsos informes o que hace al Gobierno esa pérfida denuncia, inventa una historia fantástica: habla de diputados maderistas, que después de visitar  el sepulcro de Madero, se dirigen al cuartel de la Piedad, hablan allí con varios oficiales y concluyen su gira en la Casa del Obrero donde celebran misterioso conciliábulo con los directores de dicha institución.

Esto equivale a señalarnos como conspiradles, para proporcionar así un pretexto a nuestros enemigos, para estorbar la labor obrera y ahogar brutalmente nuestros trabajos de organización sindicalista.

"Como tenemos un deposito que cuidar, que el de los ideales proletarios que hoy empiezan esbozarse en nuestro medio, tenemos que defender la obra empezada, protestar enérgicamente contra esas insinuaciones calumniosas, o más bien dicho, contra esa acusación artera y reprobable.

La Casa del Obrero no conspira; más aun, no hace ni puede hacer política, porque sus estatutos sindicalistas se lo prohíben. Esta Casa ha profesado siempre la tesis de los actuales directores intelectuales de la campana mundial obrera, que predican la "acción directa" del trabajador contra el capitalista, o sea la lucha apoyada en organizaciones sindicales, que dirigen las huelgas, precisan las reclamaciones del proletariado y las sostienen y hacen efectivas en la practica, esgrimiendo como arma la unión inquebrantable de las mayorías trabajadoras contra la codicia y los privilegios de la minoría capitalista.

La acción directa, así entendida, excluye la labor política, pues los sindicalistas no queremos que el obrero se distraiga de su gran objetivo, la lucha de clases, para perder su tiempo, su energía y su fe en mezquinas y siempre ineficaces maniobras políticas.

Si, pues, en alguna de las reuniones verificadas en la Casa del Obrero, se han escapado a los oradores, o a algunos de ellos, frases alusivas a las cuestiones políticas, esto ha sido saliéndose de los principios que norman la marcha del sindicalismo, que son los que forman el código supremo de nuestra agrupación.

Con tal motivo y para quitar en lo futuro todo pretexto a persecuciones de cualquiera especie, la Casa del Obrero tomó en su asamblea general celebrada el 2 de los corrientes, las siguientes resoluciones, aprobadas por unanimidad:

I. La Casa del Obrero Mundial, fiel a sus principios y a sus tradiciones sindicalistas, declara que no hace ni hará política.

II. En consecuencia, si algún orador invadiese en su discurso el terreno de la política, será llamado al orden por el compañero que en esos momentos presida la sesión.

III. La Casa del Obrero ratifica una vez más su profesión de fe sindicalista y declara que su labor se concretara a promover la agrupación de los trabajadores en sindicatos gremiales.

Estas resoluciones, honradas y terminantes, como todo lo que procede de la buena fe y del deseo ferviente de servir a una causa grande, destruyen las malévolas suposiciones de los enemigos de la clase obrera, que no pueden ver con buenos ojos el esfuerzo sano y pujante que ésta hace en el sentido de su emancipación.

México, 3 de junio de 1913.- Por la Casa del Obrero, su Consejo administrativo: JACINTO HUITRON.- A. DIAZ SOTO Y GAMA.- LUIS MENDEZ.- SANTIAGO R. DE LA VEGA.