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Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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1910 Madero acepta la postulación como candidato a la Presidencia de la República por el Partido Nacional Antirreeleccionista

Abril 16 de 1910

Conciudadanos:

Comprendo que si me habéis hecho la alta honra dedesignarme candidato del Partido Nacional Antirreeleccionista para el puesto de Presidente de la República, es porque estáis convencidos de que el más puro patriotismo ha guiado mis pasos, y de que en mi encontraréis siempre al ciudadano dispuesto a sacrificarse por la Patria.

Comprendo que los únicos y escasísimos méritos que tengo para que me hagáis tal, distinción, son únicamente los de haber luchado con energía y patriotismo al frente de vosotros, durante esta campaña que tiene por objeto reconquistar la soberanía del pueblo. Comprendo que al haber cristalizado los anhelos del Partido Nacional Antirreeleccionista en mi humilde personalidad, ha puesto sobre mis hombros una carta que sería abrumadora si no contase con vuestra ayuda para llevara, que estaría arriba de mis fuerzas, si no extuviese resuelto a dedicarlas todas a su cumpliminto, si no estuviese resuelto a sacrificar si es preciso, hasta mi vida, en aras de la Patria...

...resuelto a ser digno de la confianza que vosotros depositáis en mi, me veo en el caso de hacer las siguientes declaraciones:

1º Acepto la candidatura para la presidencia de la República...

2º Me dirigiré al actual Presidente de la República y candidato del Partido Reeleccionista para el mismo puesto, dándole a conocer este acuerdo. Le diré que por mi parte estoy resuelto a acatar la voluntad nacional libremente expresada en los comicios; lo haré ver igualmente, cuán peligroso será llevar a otro terreno que no sea el de la Democracia, la solución de la actual contienda política, haciendole comprender que el pueblo está resuelto a hacer respetar su soberanía y que será peligroso cualquier atentado contra él.

Espero que el General Díaz se convencierá de mi razonamiento, mas dejará trabajar libremente y respetará la voluntad nacional manifestada en los comicios; pero si desgraciadamente el Gral. Díaz, olvidando sus deberes para con la Patria, olvidando que el puesto que ocupa lo debe al pueblo y desconociendo las ardientes aspiraciones de la Nación y los vehementísimos deceos del pueblo para reconquistar su soberanía, favorece o permite que se nos pongan trabas en nuestra campaña política, que se nos coarten las libertades concedidas por la Constitución y que de defraude el voto popular en los comicios, con objeto de imponer por medio del fraude su candidatura y la del señor Corral, declaro solemnemente que en este caso defendera vigorosamente los decrechos del pueblo; y si el general Díaz, olvidando sus deberes para con la Patria, olvidando que el puesto que ocupa lo debe al pueblo y desconociendo las ardientes aspiraciones de la Nación y los vehementisimos dueños del pueblo para reconquistar su soberanía, favorece o permite que se nos pongan trabas en nuestra campaña política, que se nos coarten las libertades concedidas por la Constitución y que se defraude el voto popular en los comicios, con el objeto de imponer, por medio del fraude, su candidatura y la del señor Corral, declaro solemeneto que en este caso defenderá vigorosamente los derechos del pueblo; y si el general Díaz... permite el fraude... entonces, señores, estoy convencido de que la fuerza será repelida por la fuerza, por el pueblo resuelto ya a hacer respetar su soberanía y ansiosa de ser gobernado por la Ley.

Comprendo la gravedad de esta declaración, comprende los peligros que puede acarrear al país una revolución, pero sé que el pueblo no permitirá el establecimiento de una dinastía autocrática...

... No veo qué derecho pueda tener el General Díaz para desconocer el voto público y para ultrajar la soberanía nacional.

Pero comprendo que es muy difícil que el General Díaz se resigne a dejar el poder y comparta la creencia general de que recurrirá a todos los medios para sostenerse en él Por otra parte, la Nación no ve precisamente en su reelección la principal amenaza, sino en la designación del próximo Vicepresidente...

Tomando lo anterior en consideración.. declaro altamente que estoy dispuesto a renunciar mi candidatura, siempre que el General Díaz, esté dispuesto a celebrar un arreglo con nosotros, que tenga por base inaludible, seguridad satisfacerias de que en lo sucesivo seremos gobernados por la Ley, seguridades de que en los próximos comicios habrá libertad absoluta para la designación de Vicepresidente, Diputados, Senadores, Magistrados, y, como garantía de que el voto público será respetado, que, desde luego, algunos de los actuales gobernadores sean substituidos por ciudadanos designados en convenciones antirreeleccionstas o, por lo menos, netamente independientes.

Comprende que aparentemente esto es contra la soberanía de los Estados pero señores, estamos hablando con el lenguaje de la verdad, y sabemos muy bien que en los actuales momentos la tal soberanía es iluseria; sabemos muy bien que todos los gobernadores presentarán su división al recibir la más ligera indicación del General Díaz... está en su pesar evitar todo conflicto y toda dificultad...

...Declaro solamente que en este caso no admitirá ningún puesto en la nueva administración y sólo solicitará de mis conciudadanos que me den en voto para representarlos en la Camara de la Unión, pues estoy seguro de que allí, como en cualquier otra parte, podrá servir a mi Patria.

También declare que en el caso desgraciado de que el pueblo recurra a la fuerza para hacer respetar su soberanía... y al obtenerse la victoria por parte del pueblo, también renunciaré mi Candidatura y no aceptaré, por ningun motivo, se me postule, pues no deseó ascender al Poder sobre la sangre de mis hermanos, y deseo abolir, para siempre, el funeste procedente de que la silla presidencial ha de ser ocupada por el soldado victorioso en contienda fraticida. Deseo, sí, subir por el voto de mis conciudadanos...

...Creo que para el engrandecimiento de mi Patria, es preciso desarrollar el siguiente programa, que es el mío, y que será el que horme mis actos como gobernante:

1. La norma de mis actos será siempre la Ley.

2. Cuando las leyes sean de aplicación imposible o inadecadas, haré que se presenten al Congreso las iniciativas necesarias para reformarlas.

3. En lo referente a las Leyes de Reforma, se limitara a respetar el status quo, hasta que dichas leyes sean revisadas por el Congreso, integrado por legitimos representantes del pueblo.

4. Mi principal anhelo, será asegurar al pueblo el uso de sus derechos políticos.. no apoyaré nunca lo que se ha dado en llamar candidaturas oficiales; por lo contrario, procuraré que el pueblo, en conveciones electorales, designe sus candidatos.

5. Haré que sean estudiadas detenidamente las leyes electorales [para formular las inciativas que reformen] la Ley Electoral...

6. Haré que se presenten al Congreso las iniciativas de ley correspondientes, a fin de que la Constitución sea reformada en el sentido de que se prohiba la Reelección del Presidente...

7. Pondré en juego toda la influencia del Ejecutivo para hacer que las Entidades federativas reformen sus constituciones locales, prohibiendo la reelección de sus Gobernadores y Presidentes Municipales dando mayores libertades a los Municipios y aboliendo la institución de las jefaturas y Prefecturas Políticas.

8. haré que se presente la iniciativa conrspondiente pata que la Ley de Imprenta sea reformada, dando inayores garantí,is para la libre emisión del pensamiento.

9. En vez de seguir construyendo espl(ndidos palas ios, lcauos, etc., dédicare los sobrantes del Erario al fonientu de la instrucción pública, creando el menor número posible de escuelas primarias, tanto urbanas como rurales...

En cuanto a la instrucción secundaria, haré que se introduzcan las reformas necesarias, a fin de que sea más eficaz y efectiva, cre;tndo, a la vez, mayor número de escuelas secundarias y quitando las trabas que actualmente tiene la instrucción libre, a fin de que pueda competir en el mismo terreno con las escuelas oficiales, lo cual será un estíutulo para ambos, con beneficio del país en general.

10. Haré que se presenten las iniciativas de Ley convenientes para asegurar pensiones a los obreros mutilados en la industria, en las minas o en la agricultura, o bien pensionando a sus familiares, cuando éstos pierdan la vida en el servicio de alguna empresa.

11. Además de estas leyes, haré lo posible por dictar las disposiciones que sean convenientes y favorecerá la promulgación de leyes que tengan por objeto mejorar la situación del obrero y elevarlo de nivel material, intelectual y moral.

12. Siendo uno de los principales males del país el alcoholismo, iniciaré una campaña enérgica y constante en contra de él, por todos los medios legales y haciendo que sean presentadas al Congreso las inciativas de ley que juzgue conveniente para dicho objeto.

13. Siendo la Agricultura la base de la riqueza pública, procuré fomentar por cuantos medios sea posible, favoreciendo la creación de Bancos Refaccionarios e Hipotecarios que la impulsen, así como la construcción de presas, pozos artesanos y obras de irrigación de todas clases.

También favoreceré a la pequeña agricultura, impidiendo, desde luego, que los pocos terrenos que aún posee la Nación pasen a manos de grandes propietarios, y procurando que sean localizados por pequeños propietarios mexicanos e emigrantes extranjeros.

14. En cuanto a la Minería y a la Industria se les seguira fomentando por cuantos medios sean posibles, siempre que no sea encontra de los intereses generales de la Nación.

15. Al capital extranjero le daré toda clase de franquicias, pero ningún privilegio, así como tampoco a las nacionales. Siendo los monopolios una amenaza para las empresas en pequeña escala y para los interes generales del pueblo, los combatiré con los medíos legales, y si las leyes vigentes no son suficiente para ello, haré que se pressenten a las Camarás las iniciativas de ley necesarias para este objeto.

16. Seguire la política ferrocarrilera iniciada por el Gobierno actual, procurando únicamente acelerar la verificación del personal...

17. Procuraré que los impuestos sean repartidos con equidad y proporcionalmente al capital de cada empresa, aboliendo las iguales que propone en condiciones tan desventajosas a las pequeñas empresas.

18. [Suprimirá los actuales medios de reclutamiento y hará que se estudie la reforma, al Ejército]... hará que se establezca la instrucción militar obligatoria en todas las escuelas de la República [pues esto y la práctica de los ejercicios militares permitirán que todo mexicano pueda ser en cualquier momento un buen soldado. Además de que estas instituciones] ...determinarán una revolución en nuestras costumbres, haciendo que se popularicen, entre nosotros, los ejercicios físicos, propios a mejorar físicamente nuestra raza.

19. ...Trabajaré por estrechas nuestras relaciones con todas las naciones civilizada, pero muy especialmente con la América latinoamericana, dirigiendo prudentemente los paros de nuestra política exterior, a fin de lograr la unión de las cinco Repúblicas centro americanas en una sola República Federativa. Con [E. U.] produraré llevar relaciones no solamente amistosas, sino fraternales, si ellos lo desean, pero siempre que tengan por base al respeto a la soberanía, a la integridad y a la dignidad de la República Mexicana.

Con este programa, procurando la mayor integridad en el manejo de los fondos públicos, asegurando la independencia de los poderes Legislativos, judicial y Ejecutivo, y haciendo que la Constitución sea la norma de mis actos, creo que se cauzará definitiamente al peublo mexicano, a su felicidad y grandeza.

...Declaro solamente que aun en el caso, muy poco probable, de que la Constitución no fuese reformada [en lo referente a la no reelección], yo, por ningún motivo aceptó ser reelecto como Presidente de la República...

... El pueblo y el Ejército estarán con nosotros para hacer que la voluntad nacional sea respetada y que, en lo sucesivo sea la Ley la que rija los actos de nuestros soberanos.

Que el General Díaz pese, pues, las consecuencias de sus actas, que se resuelve a obrar patrioticamente, aceptando su arreglo satisfactorio, o bien, que se resigna a luchar contra nosotros, lealmente, en el campo de la Democracia, en las urnas electorales....

[En los comicios habremos de] ... disminuir nuestras contiendas políticas, pues a nadie se le oculta el inmenso peligro para la Patria de que tales cuestiones sean llevadas al terreno de la fuerza bruta, así como la inmensa responsabildad que pesará sobre aquel que desconozca la soberanía popular y cometa el primer acto ilegal, el primer atentado contra la ley.

 

 Alfonso Tarancena. Madero, vida del hombre y del político. pp. 239-250.