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Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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1862 Memoranda de la entrevista de Maximiliano con Juan N. Almonte en Miramar

Miramar, enero 22 de 1862.

 

1.-Se calcula que para sostener al gobierno, se necesitarán, por lo menos, 10,000 hombres.

2.-Mientras llegan estas tropas, será necesario que el ejército francés, al menos, quede en el país.

3.-A continuación podrá contarse con mi ejército indígena de seis a siete mil hombres, quizás ocho.

4.-Un préstamo de cien millones de dólares. Para el pago del interés de 5% de esta deuda, podrán ofrecerse en hipoteca los bienes del clero que no se hayan vendido aún y cuyo valor pueda ser calculado en 20 o 25 millones de dólares. Para esto será necesario contar con el consentimiento del Papa.

En todos los casos el gobierno garantizará al clero el reembolso de dicha suma o, al menos, el interés del 5% anual, en el caso de vemos obligados a vender sus bienes por cuenta del Estado, lo cual no podrá suceder pues sólo la Aduana de Veracruz, podrá producir más de cuatro millones de dólares, sin contar otras entradas del Gobierno.

Por lo demás, para dar mayor seguridad a la casa que conceda el préstamo, las tres potencias signatarias del Tratado de Londres podrán garantizar el cumplimiento de lo que se estipule, limitándose, si fuera necesario, pura y simplemente a obligar al Gobierno a cumplir sus compromisos

5.-Para superar las dificultades que podrían presentarse, sería prudente establecer un Senado, una Cámara de Diputados y un Consejo de Estado, con facultades análogas a las que se han otorgado en Francia a estos Cuerpos. Sin embargo, no es necesario prometer estas concesiones, sino realizarlas sucesivamente a medida que se considere conveniente.

6.-Los Títulos de nobleza de las antiguas familias serán reconocidos. Será necesario también prometer, con prudencia y discreción, títulos nobiliarios a individuos de alguna importancia, y, a este efecto, el Gral. Almonte queda autorizado a hacerlo en nombre de S. A. I., en caso de necesidad y a previsión de su ratificación, de modo que el número de títulos de Barón no sobrepasa de 20 y el de títulos de Conde y Marqués, en conjunto, no sea más que de diez.

7. —Para utilizar los servicios de jefes conservadores y también de otros partidos, será de la mayor importancia poder contar de inmediato con una suma no menor de 200 000 dólares. Esta suma podrá ser adelantada sobre la totalidad del empréstito.

8. —Si se estableciese una Regencia durante la ausencia del Soberano, será necesario que la Regencia al expedir sus decretos, mencione que lo hace en nombre del Soberano y con la reserva expresa de su ratificación.

Para la Regencia que sería eventualmente nombrada por la Junta y que se constituirá con tres personas, S. A. I. propone los nombres del Gral. Santa Anna, Gral. Almonte y Monseñor Labastida, Obispo de Puebla.

9.-Si los Estados confederados llegasen a ser reconocidos por las tres potencias signatarias del Tratado de Londres, habrá que dirigirse a ellas para lograr la promesa que no lo harán sin estipular que los Estados del sur garantizarán la integridad del territorio.

10. La creación de una Nunciatura de primer orden sería de la mayor importancia. Es posible que dirigiéndose al Papa pueda obtenerse esta gracia de Su Santidad, que sería del interés mismo de la Iglesia.

11. —Es urgente el regreso de todos los Obispos, al menos de tres de ellos.

12. —Para llevar a buen término la empresa de que se trata, es condición indispensable la perfecta unión de todas las personas que tienen conocimiento de ella y su cooperación con el Gral. Santa Anna, el Gral. Almonte y Monseñor Labastida.

Miramar, enero 22 de 1862.

Fernando Maximiliano  - Juan N. Almonte