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Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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1858 Respuesta del Papa Pío IX a Félix Zuloaga, presidente del gobierno conservador.

San Pedro de Roma, marzo 18 de 1858

 

Pio Papa IX, a nuestro amado hijo el esclarecido y respetable varón Félix Zuloaga, presidente interino de la República Mexicana:

Amado hijo, esclarecido y respetable varón, salud y bendición apostólica. Sumo placer hemos tenido al recibir en estos días vuestra carta del 31 del próximo pasado Enero, dictada por un profundo sentimiento de piedad y veneración hacia Nos, y hacia esta Sede Apostólica. Tratando en ella de la mutación de circunstancias, acaecida poco ha en esa República, dais a entender que habiendo sido elegido para presidente interino de ella, nada deseáis tanto como derogar y quitar del medio, sin demora alguna, las leyes y decretos, que en el tristísimo estado en que se encontró esa nación, se dieron contra la Iglesia católica y sus sagrados ministros. Hemos esperimentado ciertamente grande consuelo, al saber por vuestra misma carta cuanto deseáis vos y el nuevo gobierno reanudar estrechamente las relaciones con esta Santa Sede, y procurar empeñosamente que nuestra sagrada religión vuelva a estar en auge y floreciente en México, en el grado que ardientemente desean todos los buenos mexicanos. Así, pues, al felicitarlos una y otra vez, cordialmente, a Vos y a vuestro gobierno, principalmente, y por vuestra administración, la Iglesia y su saludable doctrina, causa principal de la felicidad de los pueblos, recobren en Mexico.toda su libertad, y ejerzan próspera y felizmente sus derechos. Persuadidos eficazmente de que Nos nada deseamos tanto, así por la obligación de nuestro empleo, cuanto por el singular amor que profesamos a la nación mexicana, como tomar todas las resoluciones que juzgaremos conducentes, para conseguir la mayor utilidad de esos fieles. Entretanto, pedimos humildemente a Dios piadosísimo, dador de todos los bienes, que derrame sobre vos y sobre esa nación perpetua y abundantísimamente los dones de su divina gracia. Como anuncio de ellos y en testimonio de nuestra paternal y afectuosísima voluntad, damos con grande amor nuestra bendición apostólica a Vos, amado hijo, esclarecido y respetable varón, ya todos los clérigos y a todos los fieles seculares de esa República.

Dado en San Pedro de Roma, a 18 de Marzo del año de 1858.
Duodécimo de nuestro pontificado. Pío Papa Nono.