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Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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1808 Plan sobre la defensa de Nueva España contra los Estados Unidos. Félix Ma. Calleja.

México, 29 de octubre de 1808

 

 

«Serenísimo Señor.

Persuadido como estoy de que todo empleado y señaladamente los que tenemos el honor de mandar en Gefe alguna parte de los Dominios de S. M., con responsabilidad de su defensa deben contribuir con sus luces, y conocimientos locales al acierto de las determinaciones del Supremo Govierno, me haria, un crimen en ocultar a V. A, los que he adquirido en las Provincias Internas del Oriente desde el año noventa y cinco que las visité de superior orden, y he mandado sin intermisión hasta el dia, y como no sería fácil manifestarlos en los estrechos limites de una carta, me he acordado con el Comisionado de V. A. en estos Dominios, Capitán de Fragata D. Juan Jabat, con quien he tenido conferencias sobre el asunto, y a quien he entregado un Mapa, que representa los terrenos que son per ahora el objeto de las desavenencias con los Estados Unidos, y un Plan que expresa el actual estado de nuestras posesiones; el que comprendo podría dárselas; los motivos que inducen a recelar que los Estados Unidos por su proximidad, intereses y relaciones deven ser siempre nuestros enemigos naturales y permanentes, y que por consecuencia de las providencias de seguridad y defensa que la prudencia, y acaso la necesidad nos obliguen a tomar deven ser tan permanentes, como lo es el riesgo, lo que no podrá verificarse sino por medio de Poblaciones que sucesivamente, y con gentes del Pais hechas al Clima, a las costumbres y usos, se vayan creando, y últimamente las ventajas que en mi concepto, podrian resultar y los inconvenientes que se evitarian en que se dividiesen las Provincias del Oriente, de las del Occidente cuya prodijiosa extensión devilita las providencias que cada una la mandase un Gefe y que ambas dependiesen de las Ordenes del Virrey y de Nueva España.

Si huviese acertado tendré el honor de contribuir a la felicidad de un Pais que deve serlo por naturaleza, y si me hubiese equivocado nada aventuro deviendo ser examinado mi Plan por las penetrantes luces de V. A.

México veinte y nueve de Octubre de mil ochocientos ocho. = Serenísimo Señor. = Félix Calleja (Rubricado). = Serenísimo Señor Presidente de España e Indias. »

(El oficio y el informe que se incluye a continuación, en el A. H. N., Junta Central, leg. E-50, núm. 102.)

 

 

PLAN DE OPOSICION DE LAS EMPRESAS QUE PUEDA INTENTAR LA REPUBLICA DE LOS ESTADOS UNIDOS CONTRA LAS PROVINCIAS DEL NORTE DE ESTE REYNO, DIVIDIDO EN CINCO PUNTOS

1º Reflexiones que induzen a creer que las Provincias del Norte de este Reyno sean invadidas. 2º Medios que tiene el enemigo de verificar la imbasión. 3º Situacion actual de la Provincia de Texas y sus confinantes. 4º Los que tenemos de impedirla, y disposiciones previas que para ello se necesitan. 5º Modo de hacer la guerra al enemigo atendido su obgeto, situacion local, clase de su Exercito y demas consideraciones con algunas observaciones, que sobre las ventajas que de adaptar este Plan podrían seguirse.

 

Reflexiones que induzen a creer que las Provincias del Norte de este Reyno sean invadidas por la República de los Estados Unidos de America

Desde el año de 1774, en que se declararon Independientes de su Metrópoli, las Colonias Anglo-Americanas, opinaron los políticos, sin fijar la época, la suerte que amenazava a la America Septentrional.

Ella deve ser el obgeto de la aspiración, y de la Codicia de unos Republicanos, activos, intrepidos, laboriosos y deseosos de ocupar un lugar distinguido en el Mundo Real y Político, sin otros medios de conseguirlo que el de la Conquista del todo, o parte de un País, que por sus ricas producciones es capaz de satisfacer su codicia, y que por ser Continente y Costas, en los Mares mejores y mas frecuentados de la America, en una situacion respectiva la mas ventajosa al Comercio, y la mas propia para la Conservación de las Escuadras, lisongea fundadamente su ambicion.

La adquisicion de la Luisiana por medios pacíficos, azelera visiblemente la epoca que los políticos no se resolvieron a fijar, y tanto que al mismo tiempo que ha disipado los obstáculos que oponia la distancia, les ha manifestado de mas cerca los obgetos que escitan sus pasiones.

Las Guerras de Estado se premeditan con madura reflexion, se resuelven con sentimiento y se siguen sin ardor, espiando la Oportunidad de una paz decorosa.

Las Guerras de Codicia y Ambición, en las que cada Republicano toma un interés vivo y personal, se promete ventajas, y tiene parte en las desiciones, se resuelven con precipitación, y se continúan con furor hasta conseguir sus fines; la istoria de todos los tiempos y el conocimiento de las pasiones del corazon humano testifican esta verdad.

Los Ambiciosos Anglos, sumergidos en un Pais, pantanoso, elado e ingrato, provocados por la vista del mas templado, del mas feraz, y del mas rico de este continente, que por las costumbres blandas e inmarciales, de sus avitantes, les ofreze poca dificultad su conquista, no es probable que quieran dejar a sus nietos el honor de verificarla con el placer de disfrutarla teniendo en sus manos el medio de Conseguirla.

Si se cree a sus papeles publicos de Oficio, en el intitulado Nacional Intelligencer, inserto en la Aurora de la Havana, numero 255 de este año, de novecientos mil Milicianos consta su Exercito; de sesenta y tres mil Marineros, y de cuatro mil Buques mercantes su Marina, que cargan mas de un millon de toneladas; y si se considera su situacion se hallará que tan crecidas fuerzas terrestres no pueden tener otro obgeto que el de la Conquista de todo o parte de estos dominios.

Si se añaden a estas observaciones las del modo con que el Govierno de los Estados Unidos rompió la negociacion que abrio en principios de este año su enviado Don Jayme Monrroe con el Excmo. Sr. Don Pedro Zevallos primer Secretario de Estado y del Despacho, las pretensiones, absurdas, e injustas que entabló la poca moderacion con que las hizo y el modo ironicamente compativo con que se retiró a Londres queda poca duda, de que su intencion, es la de ponerse de acuerdo con los Ingleses, si ya no lo estan.

Combencidos racionalmente de que los Estados Unidos deven imvadir nuestras posesiones, aunque no pueda fixarse el momento, que segun los datos esta mui proximo, devemos estarlo de la necesidad de precaver o rechazar esta imbasion que no será menos costosa, mas eficaz y mas util, cuanto mas la anticipemos, en conzepto de que el riesgo que nos amenaza no es momentaneo, ni pasagero, sino permanente y estable, tanto como la Republica de los Estados Unidos, y de que los medios de evitarle deven ser tan permanentes y duraderos, como el mismo riesgo, sin que sea obstaculo los gastos que irroguen, sino se quiere exponer alaccidente la suerte de toda la America Septentrional.

 

Medios que tiene el enemigo de verificar la imbasion

El Rio Misipipi, navegable mas de Ochocientas leguas al N. O. que corre por sus establecimientos y desagua en el Seno Mexicano a distancia de ciento veinte leguas de la Baya del Espiritu Santo, les da facilidad para conducir Artilleria, Viveres y Tropas, en Embarcaciones menores cuia navegación aseguran los Buques Ingleses hasta ponerlas sobre el punto de nuestra dilatada y descuvierta costa que mas le convenga.

El Pueblo de Nachitoche reconocido hasta ahora por limites, entre la Luisiana y Texas, y ultimamente guarnecido cuidadosamente por los Estados Unidos, dista por tierra firme, feraz, de buen clima, y abundante de pastos, de Aguas y Ganados Mesteños, doscientas veinte leguas de los Presidios de San Antonio Bejar, y del de la Baya del Espiritu Santo, a los que pueden conducirse con comodidad por medio de establecimientos intermedios y subzesivos, que podran proveer por mar y tierra de lo necesario, tomando un punto en la Baya que fortificado, les asegure y proteja.

Establecidos en este punto, ú otro mas en el Centro de nuestras posesiones, como el Rio grande del Norte, con un Exercito que les sostenga, se haran necesariamente dueños de todo el Pais, saliendo de el sus tropas descansadas, bien mantenidas, y provistas a ostilizarle, desaparecerán todos los obstaculos que oponía la distancia, obligando a nuestras tropas a resistirlos en el momento de su Arrivo, que necesariamente seria en el miserable estado a que las habrían reducido, largas y penosas marchas sin auxilios que nunca puede facilitar la precipitacion.

El Paisanage se intimidaria, o acaso se dejaria seducir de sus promesas, dadivas o utilidad del Comercio clandestino.

Este estado que no es en mi conzepto remoto, sino se sigue un plan y se activan las providencias, seria el de la Perdida de las Provincias Internas y acaso el de toda la America.

 

Situación actual de la Provincia de Texas

El Puesto de San Antonio de Bejar, sin Artilleria ni otra fortificacion que la de una palizada en forma de Corral, le guarnecen ciento y diez hombres, y el de la Baya en la misma forma, noventa y tres.

En toda la Provincia de Texas, ni a distancia de mas de cien leguas no hay otra Poblazion, y las situadas a esta y aun maior hasta las inmediaciones de San Luis Potosí, que dista trescientas leguas, son tan pocas, tan pequeñas y tan distantes entre si, que ofrezen mui cortos auxilios.

El Señor Comandante General ha comisionado al Sr. Coronel Don Antonio Cordero para la defensa de Texas quien marchó inmediatamente a su Cavezera con doscientos hombres de auxilio.

Este Gefe en incertidumbre, sin plan de operaciones de Campaña, para el que se necesitan mas conocimientos que para ganar una Batalla, que suele depender del accidente, sugeto a las Ordenes del Sr. Comandante General á trescientas leguas de su residencia, y en expectación de los auxilios que de la Dezima Brigada le fazilite la Capitania General á cuatrocientas, es hasta el dia el responsable de la defensa.

Las Tropas de la Dezima Brigada se hallan desarmadas, a pesar de las activas providencias del Excmo. Sr. Virrey, con quien, y conmigo deve corresponderse el Sr. Comandante General á distancia de trescientas y cuatrocientas leguas, y de sus resultas dan ordenes al Sr. Cordero.

El transporte á trescientas leguas de las Tropas de la Brigada aun en el caso de hallarse avilitadas de todo, seria lento, embarazoso, costoso, y acaso inverificable en su constitucion de Regimientos Provinciales ó Beteranos, en los que un solo Cavallo, herrado mantenido en Cavalleriza, á jornadas mui cortas, y con muchos descansos, sufre toda la fatiga, lo que seria impracticable en parages casi despoblados en los que solo para alcanzar agua, se necesitan andar quince o veinte leguas al dia, y en los que no se hallarian mas forrages, que los que con muchos costos, perdidas y embarazos hubiese dispuesto con mucha anticipacion el Govierno almazenandolos por todo el transito.

Tres meses tardó el Regimiento de Dragones de Mexico desde esta Capital a la de Durango el año de noventa y dos que dista solo doscientas veinte leguas por los terrenos mas poblados y abastecidos de toda la America, y sin embargo llegó arruinado.

El Exercito Ruso en la Guerra pasada se transportó a largas distancias por Paises poblados y provistos y sin embargo llegó en tal mal estado a la vista del Franzes que solo se presentó para ser batido, y esta es la suerte comun de todos los que se ven precisados a hacerlo, aun siendo compuestos de Tropas aguerridas, de que deve deducirse lo que acontezerá a un Exercito Miliciano reunido con precipitación.

El Arrivo de nuestras Tropas Milicianas a Tejas seria mas funesto que su transito, aun cuando no estuviese ocupada por el enemigo. Un campo desierto, sin Poblaciones, sin Alojamiento, sin Tiendas, sin Almazenes, sin viveres, sin Hospitales, y sin ningún auxilio, seria mas bien su sepulcro, que teatro de su gloria.

 

Medios con que puede mejorarse la actual situazion de Texas

1º En el entretanto que se presenta el Sr. Comandante General nombrado para las Provincias del Oriente, deve elegirse un ofizial de conocido talento y actividad, que resida en Texas, y que mande en Gefe esta Provincia, las de Cohauila, Nuevo Reyno, y Colonia, y el Exercito que en ellas obligue a reunir la necesidad, con facultades propias y amplias que faciliten el acierto de sus Operaciones, dando cuenta al Excmo. Señor Virrey de las que fueren.

2º Este Gefe deve tener a sus ordenes algunos oficiales veteranos que merezcan su confianza, inclusos algunos de Ingenieros para emplear a los primeros en el mando é instruccion de los Cuerpos y a los segundos en otras comisiones importantes.

3º Deve establecerse en Texas el Ministerio de Hacienda que crea necesario ó a lo menos una Caxa pagaduria, como la del Saltillo.

4º Deve establecerse el Cuerpo de Cirujanos que se gradue preciso, con todos los necesarios de Botica, y demas para un Hospital, sin el cual se expone la salud de las Tropas, se falta a la humanidad con que el Rey las trata en todas partes y se disminuie considerablemente el Exercito.

5º El Comandante que se nombre deve mantener correspondencia con nuestro Comisario en la Nueva Orleans, ó con otra persona de confianza que le dé noticias de los preparativos y conducta de los Estados Unidos, para no ser sorprendido y proceder con conocimiento.

6º Deve guarnecerse el Puesto de Nacodoche distante ciento veinte y cinco leguas del de la Baya, con cincuenta hombres y un capitán que tenga el carácter de Governador, no solo para mantener la posesion de este intervalo, sino para facilitar noticias, y poner un obstaculo al enemigo, en el que le sea preciso cometer la primera agresion, y para impedirle que se provea de Cavallada Mesteña, que se cría hasta aquel Puesto, y no se halla en adelante.

7º Deve privarse con mucho rigor, tomando eficazes medidas para que de nuestras Provincias no se surta de Cavallos el enemigo, como paulatinamente puede hacerle, por el excesivo precio a que los paga.

8º No pudiéndose ocultar a ningun Militar la dificultad de conducir Exercitos a trescientas leguas que dista Texas de nuestros Paises poblados, los excesivos gastos que ocasionarian, el mal estado en que llegarían, y lo poco que havia que esperar de Milicianos trasplantados contra su voluntad á tan largas distancias, seria conveniente y mui fazil en mi concepto reclutar dos mil hombres de las mismas Provincias y sus inmediatas, que divididos en veinte Compañias clasificadas en cinco

Escuadrones, pagadas, entretenidas, armadas y montadas, como todas las Internas, se las situase en veinte diferentes puntos, proximos entre sí, en las margenes del Rio de San Antonio, el de las Nuezes y otros convenientes.

Estas veinte compañias formarian otras tantas Poblaciones que en mui corto tiempo se aumentarian considerablemente con las familias y Parientes de la misma Tropa, y con los Individuos que de todas clases acredita la experiencia en Provincias Internas que se reunen en el parage donde hay seguridad y circula el dinero.

A la Tropa y Vezinos de estas Poblaciones seria conveniente asignar las porciones de tierras suficientes para su manutención que les sirviese de estimulo para arraigarse con gusto, livertandoles en los primeros años de Diezmos y toda otra contribución.

El Sueldo de las Tropas de Provincias Internas excede de cuatro pesos seis reales al mes, al que disfruta la Cavalleria de los Regimientos Veteranos, sin incluir los primeros costos de Bestuario, Armamento, Montura, Cavallos y Utensilios, como se demuestra en la nota n.º 1.º (1), y para su transporte, permanencia y entretenimiento, se necesitaria en los parages de que se trata Almazenes de Viberes, Asentistas de Bestuario, de Montura, de Cavallada y demas, en lugar de que para las que propongo, el Avilitado de cada Compañía la surtiría de todo a los precios de sus costos, pagando en los Almazenes del Rey, las Armas, de su uso, sin que ninguna otra persona se ocupase de provisiones tan embarazosas, costosas y complicadas en aquellos destinos.

 

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No necesitarían Mariscales, ni Silleros, porque ellos mismos curan sus Cavallos, que les conviene conservar y entretienen una montura que por su sencillez no les ofrece la menor dificultad de mantenerla siempre de buen uso.

La Tropa de los Regimientos daria muchos embarazos en climas que desconoze y teme, por lo que no deverian transportarse á ellos, sino en la urgente necesidad, en lugar que la de Provincias Internas, que reune a la condicion de Soldado, la de Ciudadano, no necesita cuarteles ni tiendas de campaña, duerme al raso con gusto, y sin que padezca alteracion su salud, corre a Cavallo, veinte y cinco o treinta leguas al dia, sale a Campaña por un mes, sin necesidad de mas provisiones que un poco de Pinole, y alguna masa que carga sobre su Cavallo, sin incomodidad, y haze con mucho gusto en su propio terreno un servicio duro y necesario que pocas otras podran resistir, con el plazer de haverse empleado en defensa de sus intereses, Muger, hijos y familia que le rodea a su regreso haciendole olvidar sus travajos.

Estos veinte Pueblos empezarían a formar la barrera permanente que deve ofrecer muchos obstaculos al enemigo para penetrarla, y a su abrigo y subcesivamente se irian aumentando otros, y acaso muchos de Franceses, Luisianos descontentos con el goviemo Ingles, y con un suelo que corresponde mal a sus sudores.

Nuestras Tropas Provinciales ó Beteranas si huviese necesidad de reunirías hallarian a su arrivo en lugar de un Campo desierto, el abrigo de estas Poblaciones que suplirian a los auxilios que no seria fazil proporcionarlas, saldrian descansados de sus casas a fatigar en su transito al enemigo, que ya lo vendría por muchas escazeses, incomodidades y largas jornadas y verificado su obgeto regresarian a ellas, a reparar sus quebrantos.

En la Baya del Espíritu Santo y sobre el punto de preferencia, convendria construir una plaza que sirviese de abrigo y defensa al Puerto, de cubrir el terreno poblado, de detener los progresos del enemigo, si acaso los tuviese, y de custodiar Almazenes y Repuestos.

Esta plaza deveria ser guarnecida en las circunstancias con mil hombres de Infanteria a lo menos y la Artilleria necesaria, y en ella podria depositarse un pequeño tren de Artillería de a Cavallo con toda su dotación y los Repuestos de municiones convenientes y si las empresas del enemigo no diesen tiempo a su fabrica de mamposteria, podria por ahora construirse de fagina, circuida de foso y estacada con algunas pequeñas fortificaciones de Campaña que cubriesen los vertizes de sus ángulos salientes, fazilitando y disminuiendo los costos de su fabrica con la aplicación a sus travajos de los Reos que se destinan a Presidio, y que en una necesidad podian armarse para su defensa.

En el entretanto que se verificara esta parte del plan que no ofreze dificultades, ni exige largo tiempo, deverian formarse de sus Compañias de Milicias sueltas, en la Provincia de Cohauila un Cuerpo de cuatrocientos hombres de Cavalleria, dos de igual clase en el Nuevo Reyno y otros dos en la Colonia, cuio numero total seria el de dos mil hombres, a los quales, si es posible en las circunstancias deveria proveérseles de buenas Armas y cuando no lo fuese, reunirlas de fuego que usan en Cuerpos ó Compañias separadas, proveyendo a las demas, de buenas Lanzas, y Machetes largos San Migueleños.

Los Reximientos Provinziales de San Luis, San Carlos, Cuerpo de Frontera, Regimiento de la Reyna, y el de la Nueva Galicia, deverian aprontarse con Bestuario y Armamento propio, para Provincias Internas, que es decir el mismo que usan aquellas Tropas, mucho mas barato mas util, mas sufrido, de mejor manejo y demas fazil entretenimiento, formando uno de la Tropa de cada dos Escuadrones, con lo que resultaria economia en los gastos, la fuerza de Sesenta plazas por Compañia y la ventaja de quedar en sus Provincias la mitad de los Oficiales, cuidando de sus intereses.

El numero total de la mitad de la Fuerza de estos Cuerpos ascendería a mil y ochocientos hombres.

Las Provincias de Texas, Cohauila, Nuebo Reyno y Colonia, mantienen mil ciento sesenta y ocho hombres Beteranos en Presidios y Compañias volantes con el obgeto de contener a los Indios, obgeto que desapareceria con la Población y reunion de Tropas, y que por consecuencia podrían emplearse la maior parte de ellas contra el enemigo mas temible.

Todas deverian mantenerse avilitadas y prontas en sus respectivos destinos, observando el Comandante los movimientos del enemigo, que le pondrían en estado de juzgar la parte de Tropas que devian reunir.

Si se graduasen insuficientes las alistadas, podrían remplazarse los dos Escuadrones que de cada uno de los cuatro Regimientos Provinciales hablan en sus destinos, aumentados del Batallon de Guanajuato, todos sobre el pie de Guerra, estrechando mas los Arvitrios segun fuese maior la necesidad.

Si el enemigo nos da lugar a tomar estas providencias, que deven ser egecutivas y sin perder momento, nuestra situacion seria mui ventajosa a la suia.

Fortificado y guarnecido un punto sobre la Baya del Espiritu Santo que sostendrían las Tropas de las Poblaziones, no es de temer que emprendiese desembarco en ningun otro al Sur del que ocupavamos, y si lo hiciese, que no puede rezelarse, se expondria a quedar aislado y circuido de nuestras Tropas; pero puede hacerle en algún punto al Este de la Baya, acercándose a ella por tierra, ó marchando directamente desde Nachitoche.

Cualquiera de estas dos Operaciones ofrece tanta dificultad como podemos deducir de la que nosotros tenemos en conducir Tropas de Cavalleria a largas distancias, por Paises que aunque mal poblados, no lo es tanto, como los que tendria que transitar el Exercito enemigo, compuesto de necesidad de Tropas de Infantería por carecer absolutamente de Cavallos.

Por estos medios tendría el Comandante cinco mil ciento sesenta y ocho hombres de Cavalleria de que disponer a primera orden dentro de las mismas Provincias sin tocar la guarnicion de la Plaza, y en algun tiempo podría reunir otros tres mil doscientos cuarenta y cuatro Cavallos de los quatro Regimientos Provinziales y Cuerpos de Frontera aumentados del Batallon de Guanajuato, y de los auxilios que pudiera darle la Comandancia General del Poniente.

 

Modo de hacer la Guerra y obgeto

Con la noticia que tuviese el Comandante General del desembarco del Exercito enemigo, ó de su transito por tierra, deveria salir a encontrarle lo mas distante que le fuera posible, con tres ó cuatro mil Cavallos que siempre tiene prontos, pasando Ordenes, si lo juzgase necesario para que se aproximasen los mas distantes y aun los Escuadrones de los Reximientos Provinciales de San Luis &.

No debia esta Cavalleria emprender acción decisiva, a menos que una casualidad imprevista no le presentase una oportunidad tan favorable que fuese segura la derrota, pero devia perseguir al enemigo, dia y noche, interzeptarle bagages, comboyes, cargando con Arma blanca todas sus partidas destacadas, sin permitir que se separase un solo hombre del grueso del Exercito, disputandole los malos pasos, privándole de todo auxilio, deteniendole en su marcha y no dejandole un momento de seguridad y sosiego, a menos que no fortificase su Campo, en cuio caso, impidiendole la entrada de Viveres, se consumiría por si mismo, su Tropa enfermaria y la nuestra que saldria descansada y de refresco de sus casas, podria ser aumentada, ó elevada, segun combiniese.

Los terrenos que deven ser el teatro de la Guerra ofrezen todas las ventajas a nuestra Cavalleria por ser sumamente llanos, sin Montes ni malezas que la embarazan, y cubiertos todo el año de excelentes pastos para su manutención.

Nuestras Tropas son mui agiles a Cavallo, mui confiadas en él y mui duras para la fatiga, en lugar de que a las de nuestros enemigos las supongo, bien Armadas y mucho mas acostumbradas fuego en el que estriva toda su confianza, por lo que es prudente y aun necesario privarles de esta ventaja, evitando una accion decisiva que si se verificase con derrota nuestra, con dificultad podríamos impedir ni aun retardar sus progresos

Bien persuadido el Comandante General de que todo el obgeto de la presente Guerra no es otro que el de impedir que se azerque el enemigo a nuestros establecimientos y el de retardar sus progresos, ya para que fatigado los abandone, ó ya para que en este tiempo se haga la paz general; y del modo que de ve usar de un Exercito compuesto todo de Cavalleria que obra contra otro formado de Infanteria y guarnecido de Artilleria, arreglará sus operaciones a estos principios aprovechando las oportunidades sin perderlos nunca de vista.

No tengo la presunción de creer que este plan sea el mas acertado, pero me haria un delito en ocultar mis ideas al Govierno, que deseo las depure por medio de una Junta de Personas aviles de ambas profesiones, Militares y Togadas, las primeras para que adiccionen, anoten ó califiquen según les pareciese el de Campaña, y las otras para que juzguen con presencia de todos los datos, si nos hallamos ó nó en el caso de acudir eficaz y activamente a la defensa de estas posesiones cualquiera que sean los gastos que exijan.

El manejo con las Naciones de Indios intermedios, amigos, enemigos, ó neutrales, no es de la maior atencion; su inconstancia, falta de buena fée, y poca firmeza en las acciones que no legran por sorpresa, ó que no tienen decidida ventaja los haze poco utiles y menos temibles en las circunstancias de una reunión de tropas, sin embargo como su unico resorte es el interes, puede tocarle el Comandante General, cuando le crea oportuno.

La admisión y buen trato de los Franceses Luisianos que quieran establezerse en nuestros territorios, es uno de los puntos de atencion, ellos deven, según toda apariencia aumentar nuestras Poblaciones de gente útil para las Artes, para la Agricultura, para la Guerra, y de este aumento se seguirá la reforma de Tropas, cultibo de los Campos, actividad del Comercio, fomento de la industria, aumento de la Poblazion, que es la mas segura defensa el de las Rentas del Rey, y el exterminio de los Indios, cuia guerra cuesta al año un millon y cuatrocientos mil pesos, sin que con ellos se consiga poner a cuvierto las vidas e intereses de muchos infelizes que cada año son victimas de su ferozidad.

Los medios de defensa que por medio de este u otro plan mas azertado se empleen contra nuestros enemigos confinantes y por lo mismo permanentes, son tan necesarios a la conservacion de este Continente como convenientes a su engrandecimiento, y utiles en lo subcesivo al Real Herario, pero de necesidad tan costosos por ahora, que acaso no podrá soportarlos en las circunstancias, sin servirse de los auxilios que pueden y deven facilitar los berdaderos y mas próximos interesados en que se verifique.

La Guerra en cuestión es verdaderamente continental Americana, cuios próximos efectos deven experimentar, en su livertad, en sus propiedades, y en sus personas y familias los havitantes de este ermoso Pais, que devido, a los desvelos de nuestros Augustos Soberanos y de su Savio Govierno, han disfrutado y disfrutan desde su Conquista, de los beneficios dé la paz, de la Justicia, de la abundancia, de la seguridad, de la honesta libertad, y de cuantas ventajas jamás ha proporcionado reunidas, sosiedad alguna, sin otra contribucion que la del derecho de Alcavela que cada uno aumenta y disminuie a su arvitrio, según sus maiores o menores consumos, situación dichosa en que no se encuentra ningun pais conocido en el antiguo, ni nuebo mundo, y que por lo mismo y sin otro respeto les conviene conservar a costa de alguna parte de los bienes que disfrutan si no quieren exponerlos todos al furor de un torrente de enemigos injustos, codiciosos, profesores de una falsa Religion, cuio obgeto es el de enriquecer sin detenerse en los medios, ni respetar, otro derecho que el de la Fuerza.

Representose cada uno por un momento la Soberbia y despotismo que inspira el derecho de Conquista, las usurpaciones bajo diferentes pretextos, las violencias excitadas por diferentes pasiones, la opresión de nuestra Sta. Religion por su Secta dominante, la persecucion de los Ministros del Altar, la consternacion de las familias y la degradacion de sus Gefes privados del influjo y consideracion de que gozan con todas las tropelias que acompañan a tan grande y evidente trastorno, y conocerá la Obligación y necesidad en que se halla de sacrificar una pequeña parte de sus intereses para evitar un riesgo que aunque fuese remoto exigía la prudencia humana que a tan pequeño costo se alejase.

Representóse por otra parte las contribuciones que la necesidad ha obligado a imponer en la Peninsula de que estan asertos estos dominios mucho mas ricos que aquellos, las crecidas y multiplicadas Sumas que de muchos años a esta parte se ha visto obligada a expender la Corona; unas vezes para conservar la paz, y otras para hazer la guerra con ventaja, manteniendo en todas Exercitos y Escuadras siempre respetadas de nuestros enemigos, los gastos de diploma, los de Administración de Xusticia, los de Misiones y otros en la basta extensión de los dominios del Rey, y se convenzerá de que no es posible que el Herario pueda soportar los que con mucha urgencia exige la defensa y seguridad de este Pais amenazado de una imbasion en la primavera proxima que es el tiempo, para el que parece se dispone el enemigo y en el que los pantanos intermedios serán practicables, las Mares navegables, y el clima venigno.