Home Page Image
 

Edición-2020.png

Selección de textos y documentos:

Doralicia Carmona Dávila

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

Este Sitio es un proyecto personal y no recibe ni ha recibido financiamiento público o privado.

 

 
 
 
 


1652 Real cédula al gobernador de la Nueva Vizcaya sobre la pacificación y reducción de indios.

Mayo 23 de 1652

 

Don Diego Guajardo Fajardo mi gobernador y capitán general de la ciudad de Durango de la provincia de la Nueva Vizcaya en carta que me escribisteis en 26 de febrero del año pasado de 651 me dais cuenta de lo que ha pasado cerca de despoblar la provincia de Sonora sobre cuya población había hecho asiento el capitán Don Pedro de Perea el año de 636 con mi virrey Marqués de Cadereyta y referís pormenor las inquietudes de los indios y falta de obediencia que os tienen los capitanes de los presidios que nombra mi virrey de la Nueva España en vuestro distrito y sobre esto remitís ciertos testimonios de autos y en otra carta de 7 de octubre del mismo año de 651 representáis que son tan continuos los daños que en esas provincias se padecen con invasiones de los indios de ella que no hay hora de seguridad que a todas es preciso estar dando distintos socorros de armas y municiones y gente a diferentes [ilegible] que los piden y que aunque a muchos meses que por diferentes despachos, testimonios y cartas hacéis instancia con mi virrey de la Nueva España para que os socorra y provea en los muchos daños que padecéis, no habéis tenido respuesta de las que le habéis escrito estando para salir de ese Real una cuadrilla de carros que llevaba más de veinte mil marcos de plata con que han sido aquel año más de ochenta mil los que han salido; conduciendo que con de temor de aquellos bárbaros se ha despoblado ese reino y me suplicáis mande poner el remedio que pareciere más conveniente. Y habiéndose visto en mi Consejo Real de las Indias con lo que sobre ello dijo mi fiscal de él, como quiera que por cédula de fecha de esta envío a mandar [ilegible] y para que me informe sobre todo lo referido me ha parecido ordenaros y mandaros como lo hago remitáis al dicho mi Consejo en la primer ocasión que se ofrezca la capitulación que decís hizo Don Pedro de Perea el año del 636 con mi virrey marqués de Cadereyta sobre la dicha población de la provincia de Sonora respecto de no haberla enviado con los autos que remitisteis con la dicha carta ni hallarse en las que se me escribió el dicho marqués de Cadereyta y acerca de lo que contienen los autos que remitís en razón del levantamiento de los indios tarahumaras y de las prevenciones que se han hecho para conservar la Villa de Aguilar y castigar los delincuentes en la muerte del padre Cornelio Godínez misionero de la Compañía de Jesús, mando continúes las diligencias que referís hacéis hasta que se consiga segura pacificación y que procuréis que esta pacificación y reducción se haga con las menos muertes de indios que se pudiere usando primero los medios suaves de amistad y buen tratamiento con ellos que así conviene al servicio de Dios y mío y a la del dicho mi virrey con quien os habéis de corresponder en esto escribo para que ordene lo necesario en las asistencias que hubieres de menester de las partes que tocan a su gobierno disponiéndolas como más convengan para conseguir el fin que se pretende y de lo que fueres obrando me daréis cuenta para que visto por los del dicho mi Consejo se provea lo que más convenga. El Buen Retiro a veintitrés de mayo de mil seiscientos y cincuenta y dos años. Yo el rey. Por mandado del señor rey nuestro. Gregorio de Leguía y señalada de los del Consejo.