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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

Este Sitio es un proyecto personal y no recibe ni ha recibido financiamiento público o privado.

 
 

 


 


Agustín de Iturbide -declarado traidor a la patria-, desembarca en Soto la Marina

14 de Julio de 1824

Viene de Europa, en donde estaba exiliado con toda su familia. Pretende iniciar una nueva guerra civil, pero al desembarcar es aprehendido por Juan José de la Garza. Cinco días después será fusilado.

Al iniciar el año anterior, Antonio López de Santa Anna se había pronunciado con el Plan de Veracruz; Iturbide había enviado a Echávarri a combatirlo y éste a su vez, se pronunció con el Plan de Casamata; como resultado de esto, Iturbide reunió al Congreso que había disuelto antes y abdicó del trono y marchó a Europa y se instaló en Londres.

En el Estado de Jalisco, el gobernador Quintanar, partidario de Iturbide se oponía al gobierno federal y al Congreso que el 28 de abril anterior había emitido un decreto contra Iturbide, cuyo artículo primero decía: "Se declara traidor y fuera de la ley a don Agustín de Iturbide, siempre que se presenté en cualquier punto de nuestro territorio, y bajo cualquier título".

El movimiento que en Guadalajara se iniciaba, hizo que los iturbidistas, le escribieran pidiéndole que volviera y al hacerlo, es cuando desembarca en Soto la Marina, Nuevo Santander, hoy estado de Tamaulipas.

Este día, arriba en un bergantín inglés. El polonés Beneski, acompañante de Iturbide, se presenta ante el comandante general, Garza y le dice él y un compañero suyo (que había quedado a bordo), vienen para presentar al Gobierno un proyecto de colonización por irlandeses.

Al día siguiente, desembarcan los dos; Iturbide va disfrazado, y hace entrar en sospechas a Garza quien finalmente lo descubre por su agilidad y destreza para montar a caballo y lo detienen.

Francisco de Paula Arrangoiz (México desde 1808 hasta 1857) refiere: “Se pusieron en camino, y habiendo preguntado Iturbide cuál era la suerte que le esperaba, supo por Garza el bárbaro decreto que pesaba sobre su cabeza. Llegaron a Soto la Marina: cenó; y durmió tranquilamente y el diecisiete se levantó tarde Iturbide; apenas había salido de su cuarto, le notificó Garza que dentro de tres horas sería fusilado; mas siéndole muy penoso proceder contra Iturbide… suspendió la ejecución, y con Iturbide, Beneski y algunos oficiales y soldados, se puso en marcha el mismo día. El dieciocho, en un punto llamado "Los Muchachitos", formó Garza un círculo con los que le acompañaban, y dijo a la tropa que creía que obraba de buena fe Iturbide; que no sería capaz de perturbar el orden público; que le parecía que necesitaba aclaración del poder legislativo la ley de proscripción contra él, y que mientras tanto no debía ser tratado como reo; que iba a dejarle en libertad para que al frente de la misma tropa, marchara a Padilla a ponerse a disposición de la Legislatura; y así lo verificó volviéndose hacia Soto la Marina, pretextando asuntos importantes. Asombrado de lo que pasaba, continuó su marcha Iturbide. Parece ser cierto que el sargento de la tropa que le acompañaba, se le acercó y le aconsejó que no fuera a Padilla, que se internase con él y que les seguiría la mayor parte de los soldados.”

Este mismo día, -sigue diciendo Arrangoiz- “recibió la Legislatura la noticia de la llegada y de la prisión de Iturbide, e inmediatamente dio orden para que le mandara fusilar al gobernador que era don Bernardo Gutiérrez de Lara, el mismo a quien hemos visto conducir a Texas en 1812, una expedición de aventureros norteamericanos. Se acercó a Padilla Iturbide el diecinueve, y sin entrar en la villa mandó pedir permiso a la Legislatura para presentarse; se le negó, y habiéndose unido Garza que, sin llegar a Soto la Marina había retrocedido, le quitó el mando de la tropa y le condujo preso a Padilla el mismo día.

Garza fue llamado a la Legislatura y le mandará ejecutar la orden de fusilamiento. Iturbide escribía una Exposición cuando un ayudante le comunicaría que se debía prepararse, pues en tres horas sería fusilado. Iturbide sin manifestar alguna emoción, se dispondría…

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.