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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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El presidente Madero decreta un impuesto especial  a la explotación de petróleo crudo.

3 de junio de 1912

Mediante un decreto presidencial se establece un impuesto especial al petróleo crudo de 20 centavos por tonelada, es decir, un equivalente a tres centavos por barril.

El 11 de julio siguiente, el gobierno maderista comunicará mediante circular a las compañías que explotan el petróleo, que estarán obligadas a registrar los volúmenes de su producción y los impuestos correspondientes pagados, así como a proporcionar esos datos a las autoridades mexicanas.

En la misma circular se les notifica que han de comunicar al gobierno, todo traspaso y cambio en la razón social y toda alteración que realicen en sus registros.

Las empresas petroleras, todas extranjeras, principalmente norteamericanas, recibirán con gran disgusto estas medidas y en respuesta, el Departamento de Estado norteamericano, enviará al presidente Madero, en septiembre siguiente,  una nota que en su parte medular reza así:

“El gobierno de los Estados Unidos desea hacer saber al presente gobierno de México que, con la consiguiente sorpresa y natural recelo, ha sido informado de que ciertas partes...al parecer influidas por la avaricia y por la malquerencia a las empresas norteamericanas, a consecuencia de su nacionalidad, están persiguiendo y robando a dichas empresas en cada oportunidad favorable que se les presenta....Las empresas petroleras norteamericanas de la región de Tampico, presentan pruebas indudables de que están siendo gravadas con impuestos casi insoportables. El gobierno de los Estados Unidos se ve obligado a insistir en que cese inmediatamente  esta persecución que prácticamente equivale a la confiscación y espera recibir del gobierno mexicano la seguridad inmediata de que pronto será esto”.

Las compañías extranjeras petroleras se negarán a aceptar el impuesto decretado por Madero, quien no insistirá más y sólo ganará que éstas constituyan un frente común contra su ya frágil gobierno y en su momento tomen partido por el cuartelazo que realizará el general Huerta, bajo los auspicios del embajador estadounidense Henry Lane Wilson. En su momento, el 19 de febrero de 1913, el diario “Mexican Herald”, propiedad de norteamericanos y del magnate petrolero inglés Pearson, publicará en su primera plana: ¡Viva Díaz! ¡Viva Huerta!

Doralicia Carmona. Memoria Política de México.