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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

Este Sitio es un proyecto personal y no recibe ni ha recibido financiamiento público o privado.

 
 

 


 


Reprimen a sangre y fuego la huelga minera en Cananea. El gobernador de Sonora, Rafael Izábal permite invasión de un grupo de "rangers".

Junio 2 de 1906

A las 10:30 de la mañana de hoy, llega el gobernador del estado de Sonora, Rafael Izábal, a quien el coronel William C. Greene, principal accionista de la Cananea Consolidated Cooper Company, pidió auxilio después del enfrentamiento de ayer entre los mineros mexicanos y el personal norteamericano de seguridad de la empresa. Lo acompañan 20 rurales y 30 agentes fiscales al mando del coronel Kosterlitski y 275 rangers comandados por el coronel Rynning que ingresaron a territorio nacional por Naco.

La Ley en el Estado de Sonora, prohíbe la asociación de resistencia obrera contra las empresas

En los diez últimos años de la dictadura de Díaz, las condiciones de sobreexplotación y marginación de obreros y campesinos han provocado casi doscientas cincuenta huelgas que han afectado las industrias textil, minera y ferrocarrilera, de capital extranjero mayoritario.

Ayer, primero de junio, alrededor de dos mil mineros de Oversight, perteneciente a la Cananea Consolidated Cooper Minning Co., encabezados por Manuel M. Diéguez, Francisco M. Ibarra y Esteban Baca Calderón, magonistas y miembros de la "Unión Liberal Humanidad", presentaron su pliego de peticiones, que al ser rechazadas motivaron una marcha de protesta que culminó con un zafarrancho en que hubo muertos y heridos, la gran mayoría mexicanos. Los autores de la masacre fueron los 30 norteamericanos que custodian a Greene.

El motivo del descontento son las desigualdades salariales entre mexicanos y extranjeros, pues a los mexicanos les pagan tres pesos por jornada de diez y doce horas, mientras los norteamericanos, ingleses y alemanes ganan siete pesos por jornadas menores en labores sencillas y menos peligrosas, así como el trato preferente a los trabajadores extranjeros y discriminatorio para los nacionales.

El gobernador  Izábal y el empresario Greene hablan a los huelguistas. Izábal promete justicia “a quien la tuviere”. Los dirigentes obreros reclaman a Izábal la violación flagrante de la soberanía nacional que significa la presencia de las tropas norteamericanas en territorio patrio. Los ánimos se caldean porque mientras se “dialoga”, se encarcela a dirigentes y se veja a los obreros descontentos.

Por la tarde, cuando un grupo de mineros trata de organizar una nueva manifestación para ir a entrevistarse con el gobernador, los empleados de la compañía los tirotean y la lucha se enciende nuevamente. El coronel Kostorlisky y sus hombres abren fuego sobre los obreros desde la retaguardia. Los norteamericanos ubicados en las alturas disparan incluso contra los transeúntes. Los muertos y heridos son numerosos. El gobernador se retira a un hotel norteamericano, desde donde ordena la aprehensión de los dirigentes obreros sobrevivientes.

A las 10 de la noche las fuerzas extranjeras son reembarcadas en el mismo tren en el que llegaron. El saldo es de 23 muertos y 22 heridos. La huelga ha sido reprimida con sangre.

Tres días después serán aprehendidos Diéguez, Calderón, Ibarra, José López, Carlos Guerra, Crisanto L. Diéguez e Ignacio Paco. Serán condenados a 15 años de prisión y trabajos forzados en San Juan de Ulúa. Serán liberados en 1911, a instancias de Adolfo de la Huerta, siendo ya presidente Francisco I. Madero.

De inmediato, las labores serán reanudadas totalmente y el coronel Greene se declarará dispuesto a subir los salarios, pero dirá que no lo hace por prohibición del presidente Díaz.

Un mes después del rompimiento de la huelga, el 1º de julio, el Partido Liberal Mexicano dará a conocer su programa, en el que demanda: "Una labor máxima de ocho horas, y un salario mínimo de un peso, es lo menos que puede pretenderse para que el trabajador esté siquiera a salvo de la mi seria; para que la fatiga no le agote, y para que le quede tiempo y humor para procurarse instrucción y distracción después de su trabajo"…"La higiene en las fábricas, talleres, alojamientos y otros lugares en que dependientes y obreros deban estar por largo tiempo; la prohibición del trabajo infantil; el descanso dominical; la indemnización por accidente y la pensión a obreros que han agotado sus energías en el trabajo; la prohibición de multas y des cuentos; la obligación de pagar en dinero efectivo... "

El gobernador Izábal será consignado al gran jurado de la Cámara de Diputados, bajo el cargo de traición a la patria, pero tras un breve juicio será exonerado; en 1907 será designado senador por el estado de Guerrero; morirá en 1910,  en viaje trasatlántico a Europa.

Manuel M. Diéguez, nacido en Guadalajara en 1874, será presidente municipal de Cananea al salir de la cárcel; combatirá contra la dictadura de Victoriano Huerta al mando de una brigada del Cuerpo de Ejército del Noroeste.

Será gobernador de Jalisco del 12 de junio de 1914 al 23 de abril de 1915. En este cargo suprimirá los jefes y directores políticos de los cantones y departamentos; declarará de interés público la instrucción en el estado; establecerá el descanso dominical obligatorio; fijará los salarios mínimos, la jornada máxima de nueve horas y el pago a los trabajadores en moneda de curso legal; y prohibirá las tiendas de raya, el arraigo por asuntos civiles y el embargo de los salarios. Combatirá al villismo y será ascendido a general de división.

En 1917 será electo gobernador constitucional del mismo estado, pero tendrá que ausentarse del cargo para asumir operaciones militares en varios estados. El 1° de febrero de 1919 regresará a Jalisco para enfrentar el boicot de grupos católicos contra el artículo 130 constitucional y la detención del arzobispo Orozco y Jiménez.

No se unirá al Plan de Agua Prieta y en 1923 participará en la rebelión de Adolfo de la Huerta en Jalisco y Michoacán; huirá  a Chiapas, será capturado en Las Flores y fusilado en Tuxtla Gutiérrez el 20 de abril de 1924.

Esteban Baca Calderón, profesor nacido en Acuitapilco, Nayarit en 1876, participará en la Revolución dentro de las filas constitucionalistas, perderá un ojo en combate y obtendrá el grado de general de División. Será gobernador y comandante militar interino del estado de Colima; director de Rentas del gobierno de Jalisco; diputado al Congreso Constituyente de Querétaro; y gobernador interino de Nayarit.

Organizará las colonias agrícolas y ganaderas destinadas a los miembros del ejército y será senador de la República. El 29 de septiembre de 1955 recibirá la medalla Belisario Domínguez.

Morirá el 29 de marzo de 1957, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Después de la revolución, las minas de Cananea serán nacionalizadas y luego nuevamente privatizadas. En 1999, la fuerza pública volverá a entrar en Cananea, pero de manera incruenta y ya no para defender los intereses del coronel norteamericano William C. Green y de la  Cananea Consolidated Cooper Company, sino los de Germán Larrea y su Grupo México.

 

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.