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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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La policía porfirista allana el local de la revista "El Hijo del Ahuizote".

Abril 16 de 1903

El motivo es una caricatura alusiva al dictador aparecida en esta publicación semanal de corte político y de caricaturas, opuesta al gobierno de Porfirio Díaz. Ricardo y Enrique Flores Magón, Juan Sarabia, Alfonso Cravioto y seis personas son aprehendidos bajo el cargo de “ultraje a oficiales públicos” y son llevados a la prisión de Belén. El director de la prisión, amigo de Ricardo Flores Magón, “le indicó privadamente que tenía orden superior de hacerlo desaparecer si no cesaba de escribir”.

La revista apareció en agosto de 1885 y al morir Manuel Pérez Bibbins, uno de sus fundadores, Daniel Cabrera la adquirió. En julio de 1902, Ricardo Flores Magón la arrendó. Jesús Martínez Carrión con agudo ingenio hacía caricaturas muy expresivas y en una de ellas dibujó a Porfirio Díaz representando a la Suprema Corte de Justicia, la publicación de esta caricatura fue la causa de la detención y allanamiento de este día. Al respecto, Enrique escribe: “El hijo del Ahuizote fue asesinado por Díaz; pues aunque estábamos presos, escribíamos desde nuestros calabozos como cuando estuvimos en la prisión militar. Excélsior, nuestro periódico serio y en el cual cada uno firmaba sus artículos, para dar aliento con nuestro ejemplo de valor civil, sólo alcanzó a publicarse hasta el cuarto número. Muertos nuestros dos periódicos, publicamos El alacrán, que al tercer número murió. Entonces publicamos El padre del Ahuizote, y muerto éste, El nieto del Ahuizote; después El bisnieto del Ahuizote; todos ellos con vida efímera, pues pronto eran suprimidos. Hasta que Porfirio Díaz decretó que ningún periódico o escrito nuestro podría ser publicado en México, so pena de severos castigos a los impresores que lo hicieran y decomisación de imprenta”.

En mayo, la redacción será clausurada y la imprenta y la litografía confiscados. El 9 de junio de 1903, los tribunales prohibirán la circulación de cualquier periódico en el que hubiera escrito Ricardo Flores Magón. La Suprema Corte de Justicia de la Nación confirmará el fallo y en 1904 se prohibirá la publicación de periódicos contrarios al régimen.

Al salir de la cárcel, los Flores Magón irán a Estados Unidos “creyendo encontrar allá más libertad para continuar nuestra labor revolucionaria contra la dictadura; […] nos encontramos con la poderosa hostilidad del capitalismo norteamericano y su aliado el gobierno. Con el más simple pretexto éramos perseguidos, encarcelados y despojados de toda clase de papeles, imprentas, etc., por donde pudo el gobierno de México conocer los nombres y direcciones de nuestros mejores amigos, persiguiendo y asesinando a muchos de ellos. ¡Dos gobiernos con todos sus recursos se aliaron para perseguirnos y acabar con nuestros anhelos de libertad para todo un pueblo esclavizado! Desde entonces muchos de nuestros amigos fueron arrestados y entregados a las autoridades mexicanas en la frontera sin cubrir ningunas fórmulas legales, y asesinados de este lado de la línea”.

Díaz cree que el progreso puede alcanzarse mediante la inversión e inmigración extranjeras y un estricto orden interno impuesto; la democracia, vendrá después. Pero el costo social será altísimo, la dependencia externa aumentará y la pobreza se multiplicará. A pesar de que la prensa está burocratizada y subvencionada por el Estado, y los disidentes son perseguidos, estudiantes e intelectuales no cejarán en la lucha contra la dictadura mediante manifestaciones, proclamas, actas, cartas, manifiestos, clubes antirreeleccionistas, y desde luego, periódicos como “El Demócrata”, “Regeneración ”, “El Demófilo”, “El Ahuizote”, o “El Hijo del Ahuizote”. Todos serán reprimidos de manera sistemática por sus denuncias, sufrirán juicios, encarcelamientos y persecuciones, pero al final encenderán la llama de la revolución.

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.