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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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Con la firma del Tratado de la Mesilla, Santa Anna vende a Estados Unidos territorio mexicano

30 de Diciembre de 1853

Firma del Tratado de la Mesilla, o de Gadsden, por el cual Antonio López de Santa Anna, su Alteza Serenísima, vende a Estados Unidos más de cien mil kilómetros cuadrados de territorio mexicano.

Gadsden había llegado a México a mediados de agosto pasado, para negociar las el “ajuste” de la frontera, la imprecisión del artículo quinto y la anulación del artículo once del Tratado de Guadalupe. En la argumentación que presentó, se refería a la conveniencia de establecer fronteras naturales entre México y Estados Unidos -que quería construir el ferrocarril transcontinental-, a cambio de una indemnización de quince millones de pesos, que podría ser de cincuenta, si incluía algún puerto del Golfo de California. La falta de fondos del erario, convenció a Santa Anna de firmar el Tratado.

Dicho tratado consta de nueve artículos y por sus disposiciones son modificados los límites entre ambos países; Estados Unidos es relevado de la obligación de impedir a los indios las incursiones al territorio nacional; el gobierno norteamericano se obliga a pagar diez millones de pesos, de los cuales siete serán entregados al canjear la ratificaciones, y los tres restantes cuando se establezca la línea divisoria; da libre tránsito a los buques norteamericanos por el golfo de California y concede libre tránsito de personas y mercancías por territorio nacional y por el istmo de Tehuantepec.

El tratado fue firmado este día y por la controversia que suscitó en el Senado norteamericano, fue modificado, redujo la extensión del territorio al mínimo para la construcción del ferrocarril así como la indemnización a diez millones de pesos. Entretanto, Santa Anna, que había asumido facultades extraordinarias y su corte hacia gastos suntuarios, contra lo que esperaban los mismos norteamericanos, británicos, franceses y su propio ministro de Relaciones Exteriores, aceptó; de modo que el 30 de junio de 1854 recibió el primer pago, después de haber intercambiado la ratificaciones.

En julio de 1854 fueron pagados al representante de México en Washington, Francisco de Paula y Arrangoiz quien toma para sí más de sesenta y ocho mil pesos, “por concepto de comisión”; razón por la cual Santa Anna ordena su cese inmediato.

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.