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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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Miguel de la Madrid asume la presidencia de la República para el periodo 1982-1988.

Diciembre 1º de 1982

Usará el control presidencial sobre el aparato corporativo para iniciar el cambio hacia el neoliberalismo, y confiar a la empresa privada, ya no al Estado, la responsabilidad de promover el desarrollo nacional, así como abrir la economía mexicana al libre comercio internacional mediante el ingreso al GATT. Así, su gobierno promoverá la “reconversión industrial”, para establecer una economía de exportación basada en la inversión extranjera, la mano de obra local barata y la vecindad con el mercado norteamericano. Paralelamente, redimensionará el sector público, hará recortes periódicos del presupuesto gubernamental, suprimirá subsidios y comenzará la venta de empresas públicas. Sin embargo, no será el único gobierno que tome estas medidas en América Latina durante la “década perdida”, será uno más de los que ante la crisis económica implantará planes de ajuste ortodoxo con un alto costo social.

En el ámbito político será conservador, su gobierno enfrentará el surgimiento del “neopanismo” que en 1986 gana las elecciones municipales en las principales ciudades del estado de Chihuahua; impondrá como gobernador a Fernando Baeza contra Francisco Barrio, pero surgirá la acusación de fraude y la legitimidad del sistema priísta comenzará a desmoronarse. Por lo anterior, se expedirá el Código Federal Electoral para otorgar mayor control de los procesos electorales al gobierno y al PRI; y se creará la... Asamblea de Representantes en el Distrito Federal para encauzar la participación política. En 1987, el Partido Revolucionario Institucional se dividirá y los disidentes formarán el Frente Democrático Nacional. El PAN se fortalecerá con su carismático candidato presidencial Manuel J. Clouthier. En julio de 1988, tendrán lugar las elecciones presidenciales más impugnadas de los últimos 40 años por la “caída del sistema” y la negativa gubernamental a abrir los paquetes electorales. Pero De la Madrid preferirá el “sambenito del fraude” a ser el presidente que perdió el poder. El candidato presidencial oficial Carlos Salinas de Gortari, registrará oficialmente el menor porcentaje de votos desde la fundación del PNR, el mínimo necesario obtener mayoría absoluta de votos válidos. Para mucha gente quedará claro que quien ganó la elección fue Cuauhtémoc Cárdenas, quien hará surgir el Partido de la Revolución Democrática PRD que desencadenará la transición. Por todo lo anterior, Miguel de la Madrid será el primer presidente de las últimas décadas cuyo informe se interrumpirá por los diputados (Porfirio Muñoz Ledo) para denunciar el fraude electoral y rechazar la política económica neoliberal contraria los intereses populares.

En el campo de la economía, durante su gobierno se atenuarán las medidas de nacionalización de la banca y control de cambios mediante la devolución de un 33% de las acciones a manos privadas y la eliminación parcial de ese control. Ante la entrada de mercancías extranjeras baratas, cerrarán las pequeñas y medianas empresas (principales generadoras de empleo) e inclusiva algunas grandes. Crecerá aceleradamente la economía informal. Se agudizará la crisis y mientras en 1982 la inflación anual ascendió a 98%, en los años siguientes se elevará y en 1987 llegará al 159.2%, la más alta tasa de inflación registrada en la historia de México.

De la Madrid, mediante el Programa Inmediato de Recuperación Económica PIRE, congelará los salarios, liberará los precios y devaluará el peso (2700 pesos por un dólar en 1987, la menor paridad de la historia) para lograr “competitividad”. Elevará las tasas de interés (los CETES llegarán a 159.78% anual) y alentará la especulación bursátil, por lo que durante su gobierno, la bolsa de valores sufrirá la mayor caída de su historia en octubre de 1987.

Además, duplicará por lo menos, las tasas impositivas vigentes y realizará ajustes fiscales para paliar los efectos de la inflación en los créditos y obligaciones de los contribuyentes, lo que disminuirá el déficit fiscal, pero a gran costo político y social. Ante el descontento general, el 15 de diciembre de 1987, firmará el Pacto de Solidaridad Económica con organizaciones de trabajadores y de empresarios para subir las tarifas y precios del sector público; aumentar el 15% a los salarios y el 20% a los mínimos, con la indexación de éstos últimos al costo de la vida y el mantenimiento de los precios agrícolas de garantía en su nivel “real”. Los empresarios, por su parte, se comprometerán a “la moderación de los precios”. A partir de 1988, la inflación y las tasas de interés comenzarán a ceder.

Al final de su periodo, el déficit del sector público estará en niveles similares a los de 1982, la inflación ascenderá a 131%, la economía se habrá contraído, sólo el 35% de la fuerza de trabajo estará empleada en el sector moderno de la economía, los salarios reales serán 40% menores a los de 1980, la deuda externa habrá aumentado en más de un 30% y se habrá pagado en promedio más de 12,000 millones de dólares anuales por concepto de intereses.

En el ámbito social, su gobierno enfrentará los sismos del 19 de septiembre de 1985 en la ciudad de México, que ante la pasividad e ineficacia gubernamental, provocarán la organización popular del Distrito Federal; también tendrá que resolver la destrucción de Cancún, Quintana Roo, por el huracán Gilberto. En 1988 pondrá en marcha la planta nuclear de Laguna Verde, a pesar de la oposición popular por sus altos riesgos.

En la arena internacional, su gobierno tendrá que enfrentar a la fracción más reaccionaria de la élite política norteamericana encabezada por el presidente Ronald Reagan, contraria a todo lo que signifique Revolución Mexicana, PRI y política exterior independiente, y muy afín a la ideología del Partido Acción Nacional PAN. El sistema político mexicano sufrirá periódicamente ataques por su autoritarismo y corrupción en la prensa norteamericana y en el Senado, particularmente del senador Jesse Helms. Dentro de esta relación tensa con el presidente Reagan, De la Madrid pasará del apoyo directo de país a país, a la acción multilateral como en el caso del grupo Contadora, para atenuar le resistencia de los norteamericanos a la política independiente de México, sin abandonar la solidaridad con los países latinoamericanos.

Durante su periodo, serán asesinados varios periodistas, entre ellos Manuel Buendía por denunciar la complicidad de funcionarios gubernamentales con el narcotráfico.

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.