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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

Este Sitio es un proyecto personal y no recibe ni ha recibido financiamiento público o privado.

 
 

 


 


Toma posesión el primer gobernador panista Ernesto Ruffo Appel en Baja California.

Noviembre 1º de 1989.

Rinde protesta como gobernador del estado de Baja California, en Mexicali. Un día antes, el martes 31 de octubre, Rufo Appel, como gobernador electo, viajó a la ciudad de México para asistir al primer informe del presidente Carlos Salinas de Gortari acto que tuvo lugar este día 1 de noviembre a las 11 de la mañana. Al terminar el informe, ambos viajaron en el avión presidencial; los acompañaron los secretarios de Gobernación, Fernando Gutiérrez Barrios, y de Programación y Presupuesto, Ernesto Zedillo; los gobernadores de Sinaloa. Sonora, Chihuahua, Coahuila, Baja California Sur y el saliente de Baja California, Óscar Baylón Chacón. También el dirigente del Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional (PFCRN), Rafael Aguilar Talamantes, y el empresario Mario Vásquez Raña.

En el aeropuerto de Mexicali los recibieron el dirigente estatal del PRI, Eduardo Martínez Palomera, y el delegado del CEN, José Ortiz Arana, con un contingente que no sumaba cien priístas.

A su arribo, el gobernador sustituto saliente, Baylón Chacón, el electo, Ruffo, y el presidente Salinas de Gortari fueron a la Universidad Autónoma de Baja California y apadrinaron a la XXV generación de licenciados en Administración Pública y Ciencias Sociales; durante el acto, Salinas fue elogiado por un rector -Alfredo Buenrostro Ceballos- congratulado por la segunda visita del presidente a la Universidad en 45 días. El discurso de Salinas fue aplaudido por Ruffo y muy ovacionado cuando dijo: “me propongo apoyarlo en su gestión…”.

Desde las siete de la noche el “Auditorio Estatal Roberto de Lamadrid” se comenzó a saturar de gente inquieta, expectante y eufórica que gritaba las consignas y estribillos de los panistas… Leticia Carrillo viuda de Clouthier, fue recibida con más de cinco minutos de aplausos que agradeció trémula de emoción. En homenaje a Manuel J. Clouthier, los organizadores dejaron simbólicamente vacía una silla en la primera fila. Al entrar el exgobernador Roberto de Lamadrid los asistentes gritaban “¡Que se largue! “¡Sáquenlo!” “¡Bandido”. Los exgobernadores Raúl Sánchez Díaz y Milton Castellanos Everardo, entraron sin pena ni gloria. El asiento del exgobernador Xicoténcatl Leyva Mortera, estuvo vacío y circuló el rumor de que había sido detenido. Leyva Mortera electo Gobernador en 1983, tuvo un controvertido mandato; acusado de malos manejos y de promover el crecimiento acelerado y sin planeación de las ciudades fronterizas; en 1988 tuvo que reconocer la amplia victoria en Baja California del candidato Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano como candidato a la presidencia; por eso pidió licencia el 5 de enero de 1989 y lo sustituyó al día siguiente Óscar Baylón Chacón.

Al llegar al lugar de la ceremonia, el gobernador de Chihuahua, Fernando Baeza Meléndez, fue abucheado. En cambio, recibieron muy bien a los obispos de Tijuana y de Mexicali. El dirigente nacional del PAN, Luis H. Álvarez, fue ovacionado. Finalmente, entraron juntos el presidente Salinas de Gortari y el gobernador electo Ruffo. Los asistentes los aclamaron y cantaron el Himno Nacional.

El presidente del Congreso estatal -de mayoría panista-, Borbón Vilches, reanudó la sesión que había empezado poco antes de las ocho de la noche y toma la protesta de Ernesto Ruffo Appel como gobernador constitucional del estado de Baja California; el primero de oposición en sesenta años.

Al iniciar su discurso de veinte páginas, Ruffo Appel dice: “Señor Presidente de la República. Carlos Salinas de Gortari...” el aludido no puede evitar la expresión de sorpresa ante la ovación de cuatro mil panistas… (más aún cuando el Partido Acción Nacional cuestionó su legitimidad luego de las elecciones federales de 1988)… sigue Ruffo… “los bajacalifornianos estamos decididos a probar que la democracia y el federalismo son posibles… iniciamos aquí una nueva etapa de la historia de México… el pluralismo político es una realidad… cero tolerancia a la tortura… no a los capitales de dudosa procedencia… no habrá privilegios ni impunidades…”. Cada una de las 39 veces que es interrumpido con aplausos, Ruffo escruta de reojo la expresión de Salinas. Al final, Ruffo y Salinas de Gortari se dan un abrazo.

Salen del Auditorio en medio de gritos; “¡Ruffo! ¡Maquío! “¡Barbas sí, orejas no!” ¡Si se pudo! ¡Repudio total al fraude electoral!”. El Presidente y el nuevo gobernador pasan a recibir los saludos de los invitados. Afuera hay verbena popular.

Ruffo acompaña al Presidente hasta el aeropuerto, para despedirlo. Luego vuelve a la fiesta popular en donde toma la protesta a los integrantes de su gabinete. Pese a que había menos de 10 mil personas -entre ellas, contingentes panistas acarreados de Sonora, Sinaloa, Nayarit, Puebla, Michoacán, Distrito Federal, Coahuila, Chihuahua, Guanajuato y Jalisco- las crónicas dicen que fue menos animada de lo esperado.

El siguiente día 3 de noviembre, Ruffo informará a la prensa que ha recibido el gobierno estatal con un déficit de 20 mil millones de pesos y que no hay dinero para pagar los aguinaldos de diciembre próximo. Luego, saldrá al distrito Federal para asistir a la comida ofrecida por Salinas de Gortari a los gobernadores de todo el país…

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.