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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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La Convención de Aguascalientes acuerda el cese de Venustiano Carranza como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista

1o. de Noviembre de 1914

Como no se pudo lograr la conciliación entre Carranza y Villa, la Convención resolvió separar de sus cargos a ambos dirigentes. Asimismo, la Convención acuerda la elección del nuevo presidente de la República y elige a Eulalio Gutiérrez por 88 votos, antiguo magonista y después ferviente maderista, quien operó por su cuenta durante la lucha contra Huerta. Los otros candidatos fueron el general Cabral con 37 votos de la División del Norte,  José Isabel Robles que obtuvo dos votos y Eduardo Hay con sólo un voto. “En los pocos días que esté yo aquí, los señores del Sur, todos los bandos, menos los reaccionarios, tendrán todas las garantías posibles con que deben contar los hombres honrados que buscan el bien de su patria”, dice el elegido. Carranza parecía seguro de que su renuncia como Primer Jefe y encargado de la Presidencia sería rechazada.

La Comisión del Sur (zapatista) aprueba la elección porque reconoce en el nuevo presidente “honradez y espíritu revolucionario”. Se levanta la sesión y al conocerse la noticia, repican las campanas de los templos y los silbatos de las locomotoras y de las fábricas; además, bandas de guerra recorren la ciudad. El júbilo con que se recibió el resultado de la votación por todos los delegados se extiende a toda la población. Habrá fiesta y alegría. Esta noche pocos dormirán en Aguascalientes

La Convención, que pretende representar al pueblo levantado en armas, ha sesionado desde el 10 de octubre pasado. Su objetivo es concentrar y organizar a todas las fuerzas revolucionarias levantadas contra Huerta, quienes piensan a la Convención como depositaria del poder del pueblo. Han estado representados casi todos los jefes de la División del Norte, así como todos los jefes constitucionalistas y los del Ejército Libertador de Zapata y muchos jefes que han operado por su cuenta.

Villa aceptará la decisión, pero Carranza negará a la Convención autoridad y soberanía para resolver sobre sus cargos y para decidir los destinos del país; se irá a Veracruz y su salida escindirá a los convencionistas, entre otras cosas, por la actitud poco digna con la que Gutiérrez, intentará hacerlos volver.

A partir de ahora, convencionistas y constitucionalistas pelearán por la supremacía.

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.