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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

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Francisco I. Madero escapa de San Luís Potosí y llega a Estados Unidos

6 de Octubre de 1910

Disfrazado de mecánico y escondido en un tren de carga, Madero cruza por Laredo la frontera con Estados Unidos y hace declaraciones a la prensa norteamericana. Mañana se publicará su fotografía justo en el momento de pasar la línea fronteriza. De ahí seguirá a San Antonio, Texas, a organizar la rebelión.

Huye porque la represión contra los antireeleccionistas ha sido severa, centenares de ellos han sido aprehendidos en distintas partes del país; además, entre los meses de mayo a agosto han sido sofocados varios levantamientos en Tlaxcala, Yucatán, Sinaloa, Veracruz y San Luis Potosí.

Estando Madero y Roque Estrada en la libertad condicional en la ciudad de San Luis Potosí, comenzaron a hacer paseos por las afueras de la ciudad y ayer, aprovechando que la vigilancia se había relajado ya no regresaron del paseo, sino escaparon con la ayuda del doctor Rafael Cepeda, de Julio Peña y de algunos ferrocarrileros.

El 6 de junio pasado, Madero y Roque Estrada habían sido detenidos en Monterrey, Nuevo León, y el día 22 siguiente, trasladados a San Luis Potosí, porque ahí habían pronunciado los discursos sediciosos de los que les acusaron, pero gracias a la intervención del obispo de San Luis, Ignacio Montes de Oca, amigo de la familia Madero, del nuncio apostólico y del mismo secretario de Hacienda, José I. Limantour, se les concedió libertad caucional bajo la prohibición de salir del Estado.

El 26 de junio siguiente, conforme a la legislación electoral vigente, tuvieron lugar las elecciones primarias y el siguiente 10 de julio las secundarias. Tan luego habían concluido las primarias, el Comité Ejecutivo Electoral del Partido Nacional Antirreeleccionista comenzó a preparar un memorial para demostrar al Congreso de la Unión que se había cometido fraude electoral y en consecuencia, pedir que fueran declaradas nulas las elecciones.

Entretanto, Madero y Estrada comenzaron a preparar la rebelión que comenzaría tras los festejos del Centenario de la Independencia. Al efecto, se reunieron con algunos dirigentes antirreeleccionistas, entre ellos, Federico González Garza, Enrique Bordes Mangel, Juan Sánchez Azcona y Ernesto Fernández Arteaga, con quienes discutieron el borrador del Plan que Madero había elaborado.

El 27 de septiembre, se dieron a conocer oficialmente los resultados electorales: Porfirio Díaz y Ramón Corral habían ganado la elección. Este mismo día, la Cámara de Diputados rechazó por tercera vez el Memorial presentado por los antirreeleccionistas.

El 4 de octubre, fue publicado el bando solemne por el que Díaz y Corral, fueron declarados formalmente presidente y vicepresidente respectivamente, para el periodo 1910-1916. Ante la consumación del fraude electoral, rechazados los recursos legales presentados por los antirreeleccionistas, desatada la represión contra los maderistas y habiendo recibido noticias de que sería incomunicado nuevamente, Madero decidió escapar y llamar a las armas.

Ya en San Antonio, Texas, Madero dará forma definitiva al Plan de San Luís. Se reunirá con otros prófugos de la persecución porfirista como Roque Estrada, Juan Sánchez Azcona, Enrique Bordes Mangel, Aquiles Serdán y Federico González Garza, a quienes les presentará su Plan escrito a lápiz. Se discutirá larga y acaloradamente una posible reforma agraria, pero Madero terminará el debate: "No se trata ahora de hacer obra perfecta de legislación; trátase de enarbolar una bandera de rebelión". El Plan, de contenido esencialmente político, será aprobado por todos los presentes el día 8 de octubre siguiente. Para evitar la acusación de violar las leyes norteamericanas de neutralidad, Madero fechará el plan el 5 de octubre de 1910, último día que puede hacer constar que estuvo en la ciudad de San Luís Potosí. El Plan convocará a la lucha armada para el 20 de noviembre a las seis de la tarde. Madero también publicará un llamado a miembros del Ejército Federal exhortándolos a que se unan al levantamiento popular.

Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.