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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

Este Sitio es un proyecto personal y no recibe ni ha recibido financiamiento público o privado.

 
 

 


 


Salvador Nava Martínez, candidato independiente de oposición, asume el cargo de presidente municipal de San Luís Potosí.

 

1º de enero de 1959

Postulado por la Unión Cívica Potosina, Salvador Nava venció como candidato independiente en las elecciones municipales a Francisco Gutiérrez Castellanos, del Partido Revolucionario Institucional PRI, quien contaba con el apoyo de Gonzalo N. Santos, cacique de la región, propietario del rancho El Gargaleote, un latifundio de 87,000 hectáreas.

La integración de la planilla triunfadora refleja la convergencia de apoyo que hizo posible su victoria: cuatro industriales, cuatro obreros, dos empleados y un comerciante; algunos de ellos priístas, sinarquistas y comunistas.

Años antes, Nava comenzó a luchar contra el cacique cuando su hermano Manuel fue rector de la Universidad de San Luís Potosí, y pretendía obtener la autonomía universitaria, por lo cual fue hostilizado por Santos. Entonces, en defensa de la universidad, Salvador Nava formó la Federación de Profesionistas e Intelectuales del Estado (FPIP) y posteriormente, lanzó su candidatura independiente a la presidencia municipal con el apoyo de grupos heterogéneos y opuestos, pero unidos en la lucha contra Gonzalo N. Santos: la Asamblea de Comerciantes e Industriales de San Luís, la Unión Nacional Sinarquista (UNS), miembros del Partido Comunista Mexicano (PCM), sindicatos obreros afiliados a la CTM, y no pocos militantes del PRI, entre otros, los cuales se fusionaron en la Unión Cívica Potosina (UCP).

Meses antes, el candidato presidencial Adolfo López Mateos al visitar San Luís Potosí, había expresado ante las quejas de la población: “Los caciques duran hasta que los pueblos quieren".

La campaña de Nava logró movilizar a importantes sectores de la población y el 20 de noviembre pasado, durante el desfile conmemorativo de la Revolución, estudiantes navistas lanzaron huevos sobre los pendones tendidos en el Palacio de Gobierno, algunos de los cuales fueron dirigidos al gobernador Manuel Álvarez López, que encabezaba la ceremonia y que se retiró apresuradamente del lugar. Los soldados que desfilaban respondieron  a la “hueviza” golpeando con sus clavas deportivas a la gente que supusieron había realizado la agresión y la cual reaccionó violentamente contra la golpiza. Pronto, la ceremonia se convirtió en un enfrentamiento entre los soldados y la masa que se defendía y corría por las calles. En las siguientes horas, el gobernador salió del Estado y dejó el mando al secretario general de Gobierno, Agustín Olivo Monsiváis; mientras, el Ejército patrullaba la ciudad y realizó cateos y aprehensiones en decenas de casas.

El 27 de noviembre estalló una huelga que incluyó la paralización de todas las actividades económicas por parte de la industria y del comercio organizado. En la ciudad desierta, se sucedían las protestas contra el cacique y el ejército represor.
 
El 5 de diciembre siguiente, una multitud que exigía la libertad de los detenidos en la Plaza de Armas, fue reprimida por la policía al mando de su jefe Felipe Sánchez, y resultó muerto el niño Juan Antonio Gómez López. Al sepelio acudieron miles de personas que demandaban justicia.

En este ambiente de miedo y confrontación tuvieron lugar las elecciones municipales dos días después. Al realizarse el cómputo de votos, comenzó a ser evidente el triunfo de Nava por una abrumadora mayoría de votos (22,010 contra 11,320). Pero la ciudad siguió bajo el control del Ejército.

El 11 de diciembre, el secretario de Gobernación Gustavo Díaz Ordaz, expresó en entrevista de prensa que para el gobierno federal ganó las elecciones Salvador Nava Martínez, lo cual significó el principio del fin del cacicazgo de Gonzalo N. Santos y la caída del gobernador Álvarez. El siguiente día 23, el Congreso del Estado reconoció oficialmente el triunfo de Nava.

Es así como hoy toma posesión el primer ayuntamiento de la oposición en plena era de la hegemonía del PRI. El ejército dejará la ciudad en los siguientes días.

El 4 de febrero de 1959, el gobernador Manuel Álvarez será sustituido por Francisco Martínez de la Vega.

Durante el gobierno de Nava, se realizarán obras de infraestructura en todos los barrios y colonias de San Luís, se dejará de pagar a Gonzalo N. Santos por su respaldo, se informará semanalmente en los diarios y en las paredes del Palacio Municipal de los gastos erogados de manera detallada, y se hará un programa semanal de radio para la comunicación directa con los habitantes.

Pero Nava no terminará su periodo constitucional, el 10 de enero de 1961 anunciará sus aspiraciones a la gubernatura y  solicitará licencia para buscar la candidatura del PRI. Al no ser nominado, Nava fundará el Partido Demócrata Potosino para contender  en los comicios de julio siguiente en contra de Manuel López Dávila, candidato priísta. Será derrotado en un proceso electoral muy cuestionado, y en el que será asesinado Jesús Acosta, el jefe de campaña navista en la Huasteca. Sólo se reconocerá su triunfo en la capital del Estado.

El 15 de septiembre siguiente, sin considerarse vencidos, los navistas organizarán una kermesse en el jardín de Tequisquiapan, al mismo tiempo, en la plaza de armas se suscitará una balacera en la que morirán varias personas. Los navistas serán responsabilizados de los hechos de sangre. Como consecuencia, los soldados destruirán las instalaciones del diario Tribuna, órgano navista, y Nava será arrestado junto con otros de sus seguidores. Al mes serán puestos en libertad.

De nueva cuenta, Nava será detenido el 5 de febrero de 1963 y sometido a golpes y torturas en la penitenciaria. Por orden del juez será llevado al Hospital Central y liberado el 18 de febrero siguiente. Entonces decidirá retirarse de la política.

En 1981, Nava fundará el Frente Cívico Potosino y con el apoyo del PAN y del PDM, ganará nuevamente la presidencia municipal el primero de diciembre de 1982, en proporción de dos votos por uno a Roberto Leyva Torres, candidato del PRI.

En 1990, nuevamente Nava regresará a la política, no obstante su avanzada edad: encabezará un movimiento de oposición que derrocará al gobernador Florencio Salazar Martínez, quien será sustituido por Leopoldino Ortiz Santos. En 1991, a pesar de padecer una grave enfermedad, Nava será otra vez candidato a la gubernatura, postulado por la coalición demócrata potosina integrada por los partidos PAN, PDM, PRD, contra el priísta Fausto Zapata Loredo, quien será triunfador en una elección "de estado" celebrada el 18 de agosto del mismo año. Pero Nava no aceptará los resultados electorales y emprenderá la resistencia civil pacífica: hará plantones frente al palacio de Gobierno, bloqueará carreteras y anunciará la marcha a la ciudad de México. Ante la presión popular, Fausto Zapata renunciará ante el Congreso del Estado el 10 de octubre siguiente; antes, el gobierno salinista por conducto de Luís H. Álvarez propondrá a Nava la gubernatura interina por 18 meses, con un secretario general priísta y convocar a nuevas elecciones. Nava no aceptará, pero suspenderá su marcha en Querétaro. Fausto Zapata será sustituido por Gonzalo Martínez Corbalá del PRI, como gobernador interino.

Salvador Nava Martínez nació el 7 de abril de 1914 en la ciudad de San Luís Potosí. Médico oftalmólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México. Trabajo en los servicios médicos de Ferrocarriles y de regreso a San Luís, en  el Hospital Civil "Doctor Miguel Otero", de 1940 a 1945; fue jefe del departamento de oftalmología en el Hospital Civil y en el Hospital Central "Ignacio Moreno Prieto". Profesor de oftalmología de la escuela de Medicina de la Universidad de San Luís Potosí durante 30 años y director de la misma de 1976 a 1980. Simultáneamente, ejerció su profesión en forma privada hasta 1990. Murió el 18 de mayo de 1992. Fue sepultado en el panteón del Saucito con asistencia de miles de sus seguidores.

Doralicia Carmona. MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.