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Autora: Doralicia Carmona Dávila.

© Derechos Reservados
ISBN 970-95193

 


 
 

 


 


Adolfo Christlieb Ibarrola

1919-1969

Hijo de Alfredo Christlieb Rappa y de Paula Ibarrola, nació en la ciudad de México el 12 de marzo de 1919. Hizo sus estudios de primaria, secundaria y preparatoria en el Colegio Francés Morelos. Estudió en la Escuela de Filosofía y Letras de la UNAM de 1936 a 1940, aunque obtuvo el título de licenciado en Derecho por la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la UNAM el 27 de agosto de 1941 con la tesis “Algunos aspectos del problema de la personalidad.” También fue profesor de historia de México en el Colegio Francés Morelos de 1939 a 1945; de derecho constitucional en la Facultad de Derecho de la UNAM entre 1954 y 1957. Se casó en 1942 con Hilda Morales, con quien procreó siete hijos.

Desde que se recibió de abogado, inició el ejercicio libre de su profesión en el despacho de Roberto Cossío y Cossío, secretario general del PAN en la época de la presidencia de Gómez Morín, lo que coincidió con su militancia en el Partido Acción Nacional PAN. En 1952 fue director del Departamento Fiduciario del Banco Regional del Norte, S. A., y fue secretario de la Barra Mexicana de Abogados entre 1959 y 1963. Además colaboró en el diario Excélsior y en las revistas Siempre! y el órgano panista La Nación.

Respecto a su trayectoria política, militó activamente en el PAN desde 1941, en el que ocupó varios cargos: fue miembro del Comité Directivo Regional del Distrito Federal entre 1949 y 1951, así como del Consejo Regional del Distrito Federal entre 1957 y 1963; también fue consejero nacional y miembro del Comité Ejecutivo Nacional desde marzo de 1959 hasta su muerte. De 1960 a 1961 fue representante del PAN en la Comisión Federal Electoral, lo que le permitió relacionarse con el secretario de Gobernación Gustavo Díaz Ordaz, que presidía esa comisión. En ese cargo, demandó una reforma electoral que rompiera el monopolio del PRI y aumentara la representatividad legislativa, a cambio de lo cual ofreció “buena disposición para participar, sin mengua de sus principios, en todas aquellas actividades encaminadas a la unidad y mejoramiento del pueblo mexicano”.

El 19 de agosto de 1962 atacó enérgicamente a los libros de texto gratuitos y al artículo 3º constitucional; y el 18 de noviembre siguiente, ocupó la presidencia nacional del PAN, cargo que desempeñó hasta septiembre de 1968, cuando renunció por motivos de salud.

Como presidente del partido, adoptó las tesis del Concilio Vaticano II, no asumió la postura anticomunista del PAN y de los empresarios, sino que señaló que la mejor manera de luchar con él, era "que el pueblo experimentara con amplitud el respeto a los derechos humanos y políticos, viviera con suficiencia económica en un régimen de justicia social, defendiera el valor de las libertades humanas y fuera testigo de la vigencia de una democracia auténtica en la integración de los órganos de poder". Además declaró: “Afirmamos que el salariado es una forma social que está en periodo de transformación. En el mundo se están abriendo paso las formas asociativas del trabajo, superiores moralmente al saIariado, porque colocan al empresario y al empleado en condición de asociados en torno de un objeto común. La empresa no es para nosotros una simple estructura jurídica o económica. Señalamos que debe llegar a ser una auténtica comunidad de vida y de trabajo, en la cual todos participen con la contribución de los bienes que pueden aportar -inteligencia, mano de obra o dinero- no sólo según los intereses particulares, sino sobre bases de solidaridad y reciprocidad.”

Como presidente del PAN, Christlieb inició exitosamente la estrategia de diálogo, ya no de aislamiento, con los gobiernos priístas, gracias a sus relaciones con el entonces secretario Díaz Ordaz. El propósito de esta estrategia era avanzar electoralmente, dada la situación precaria que en ese entonces enfrentaba el PAN, que había retirado su diputación en protesta por el “gigantesco fraude” electoral de 1958 y que después había obtenido una muy escasa votación en las elecciones intermedias de 1961.

Christlieb reivindicó el papel de los partidos como "factores esenciales en el proceso democrático e indispensables para hacer eficaz el derecho y el deber del ciudadano de expresar sus puntos de vista y de actuar con posibilidades reales de influir en la vida de la comunidad política". Por lo tanto, "Acción Nacional no se conforma con entregar desinteresadamente su opinión sobre el México de hoy... Deseamos participar legítimamente en las decisiones del poder, no sólo para discutir y programar una reforma social con soluciones a largo plazo que no pueden interesar a quienes viven en la carencia, porque excluyen las medidas que se requieren de inmediato, sino también para buscar que los hombres de hoy vivan en libertad con suficiencia".

En la Convención Nacional que eligió a González Torres candidato presidencial para las elecciones de 1964, Christlieb expresó la necesidad de dialogar con todos los actores políticos: “En Acción Nacional concebimos la actividad política como una posibilidad de diálogo entre mexicanos de buena voluntad, que mediante el cotejo de opiniones diversas puedan hacer frente a los problemas de la patria... Por eso, desde la oposición, buscaremos como objetivo principal en la próxima campaña, la concordia entre los mexicanos.” Además, en la plataforma electoral, Christlieb planteó cambios importantes e innovadores: se estableció que la oposición  no debe ser una fuerza negativa ni obstáculo permanente a la acción de gobernar, de modo que se propuso una reforma del Estado para introducir la representación proporcional en ambas cámaras del Congreso, en los congresos locales y en los ayuntamientos; en lo económico, se rechazó el liberalismo y se aceptaron la rectoría del Estado y las empresas públicas, pero con la participación de empresas, trabajadores y consumidores; en materia laboral, se adoptaron las posiciones demócratas cristianas más radicales en materia de trabajo y en desarrollo regional, se planteó el establecimiento de comisiones regionales para mejorar las inversiones de todo tipo y que la política fiscal favoreciera a las regiones menos desarrolladas; en materia de justicia, se propuso la carrera e inmovilidad judicial y la derogación del delito de disolución social, que pocos años después sería bandera del movimiento estudiantil de 1968.

Al aprobarse la iniciativa del presidente López Mateos para crear los llamados “diputados de partido” en diciembre de 1963, Christlieb acogió la reforma que abrió paso a algunas voces de los partidos de oposición como el PARM, el PPS, y el propio PAN.

En velado apoyo a la candidatura de Díaz Ordaz, Christlieb cesó los ataques a la  Revolución Mexicana y los enfocó en el régimen por "haber archivado todo el bagaje de experiencia humana representado por la Revolución mexicana y sus causas"; asimismo, se lanzó contra las soluciones técnicas por encima de las políticas, en franca alusión al precandidato Antonio Ortiz Mena.

Pasadas las elecciones, a diferencia de 1958, en 1964, el PAN reconoció explícitamente, el triunfo de Díaz Ordaz, e inclusive los diputados panistas lo visitaron en 1967. Este contacto con el presidente Díaz Ordaz, permitió al PAN reclamar exitosamente algunas victorias electorales a nivel local, hasta que en junio de 1968, ante la negativa del gobierno a negociar los resultados de las elecciones municipales y legislativas de Baja California, la estrategia de diálogo mostró sus límites. Lógicamente, ante la cerrazón del gobierno, se rompió la relación Christlieb-Díaz Ordaz.

En lo interno, como dirigente del PAN, Christlieb pugnó por implantar en el partido una ideología secular de centro-derecha, en lugar de la tendencia confesional que había prevalecido desde su fundación, pese a que como católico, comulgaba con las posiciones adoptadas en el Concilio Vaticano II. Este intento de secularizar al partido, le acarreó la animadversión de los grupos católicos, encabezados por José González Torres, quien al parecer influyó en la renuncia de Christlieb a la presidencia del PAN años más tarde.

En 1965 fue parte de la Comisión Redactora de la Proyección de los Principios de Doctrina de Acción Nacional, en la que también figuraron personajes como Manuel Gómez Morín, Rafael Preciado Hernández y Efraín González Morfín.

Fue diputado federal por el XXIII Distrito Electoral del Distrito Federal a la LXVI Legislatura (1964-1967), y nombrado jefe del grupo parlamentario del PAN. Formó parte de las comisiones de Crédito y Comercio, de Estudios Legislativos, de Comercio Exterior, de Gobernación y de Minas.

En 1966 recibió la Presea de la Universidad Rafael Saldívar de Guatemala, junto con Manuel Gómez Morín, Rafael Preciado Hernández y Efraín González Morfín.

Además de sus artículos periodísticos, escribió varios libros en los que se mostró como un sólido ideólogo de Acción Nacional: La libertad de reunión; Solidaridad y participación; Monopolio educativo y unidad nacional, un problema de México; Temas políticos; La oposición; Crónicas de la No-reelección; Baja California, avanzada de la democracia; Inversiones extranjeras en México; Acción Nacional, presencia viva de la juventud, entre otros.

Prácticamente abandonó la política en 1968, cuando renunció a la dirección del PAN debido al cáncer linfático que padeció, mismo que lo llevó a la muerte el 6 de diciembre de 1969 en la ciudad de México. Meses antes había declinado su precandidatura a la presidencia de la República en una conmovedora carta.

Para Carlos Arreola (El miedo a gobernar, la verdadera historia del PAN): “Con Christlieb se inició el lento abandono de la actitud antisistema para asumir la de un partido de oposición, con intención de llegar al poder”.

Escribió Mireya Cuéllar (Los Panistas): “Años después, Carlos Castillo Peraza recurriría al discurso político de este hombre para explicar las ‘concertacesiones’ panistas con el salinismo.”

 
Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.

Efeméride. Nacimiento 12 de marzo de 1919. Muerte 6 de diciembre de 1969.